Itsaso Aranburu Bernal ha sido elegida este año para representar a la Compañía Uranzu, donde hace unos años desfiló también como cantinera su hermana. Tiene 21 años. Nos cuenta que tras ser elegida se pasó tres días con el estómago cerrado y sin poder comer de los nervios.
– ¿Cómo fue la celebración del día de la elección? Ese día se elegían bastantes cantineras, ¿os encontrásteis?
Lo celebramos en casa, con lo poco que teníamos y mucha ilusión. No fue una celebración por todo lo alto pero fue perfecta. Me hubiera gustado encontrarme con alguna otra cantinera para poder conocerlas, pero no tuvimos ni tiempo de salir de casa.
– En tu caso una hermana tuya salió hace unos años. Supongo que será tu mayor consejera…
Sí, mi hermana mayor salió hace 6 años y me está acompañando y ayudando en todo. Es verdad que tengo más gente cercana que también ha sido cantinera recientemente y todos los consejos se agradecen, pero nadie mejor que tu hermana para aconsejarte.
– Lo primero que os suelen aconsejar cerrar es el tema de las botas, ¿cómo fue el momento de probarte las botas?
Da mucha impresión. Acostumbrada a llevar zapatillas, verte de repente con esas botas es un momento muy especial.
– ¿Qué momento esperas con más ilusión?
El momento de estar en casa esperando a la mañana y escuchar a la compañía llegar me pone los pelos de punta; pero sobre todo tengo mucha ilusión por ver a la gente que más quiero en las calles.
– ¿Qué te dicen las cantineras de otros años?
Son todas muy majas y te dan consejos de todo lo que se les ocurre en el momento. Además se prestan a ayudar en todo lo que puedan y en todo lo que necesites y esto da mucha tranquilidad. La verdad es que se lo agradezco mucho a todas.
– ¿Un deseo para el 30 de junio?
Que no haga el tiempo del año pasado. Creo que todas nos conformamos con eso, todo lo demás lo ponen las compañías y la gente que espera con tanta ilusión como nosotras.
