Mario Simancas no pierde el buen humor a pesar del momento que estamos viviendo.

Sus directos en Facebook, todos los días a las 20:30 horas, ayudan a alegrar el confinamiento. Es la manera en la que el artista Mario Simancas contribuye a hacer la vida más feliz a todos aquellos que nos tenemos que quedar en casa. Lo hace cantando, contando chistes, montando sketches o, simplemente, contando historias. Le pone buena cara al mal tiempo, a la espera de ver qué ocurre cuando el temporal escampe.

– ¿Cómo se le ocurrió plantear un directo cada día para amenizar el confinamiento?

Pues de la manera más tonta… Tengo una perrita y tiene una pelota que se parece muchísimo a los dibujos que muestran del coronavirus… y me conecté solo para decir que tenía una noticia importante, que tenía el coronavirus en casa y mostré la pelota. La gente flipó y hasta hoy (risas).

– Poco a poco sus directos van ganando adeptos. Ya hay gente que todas las noches está esperando a alguno de los personajes de Mario Simancas.

Pues sí. Y mira que me cuesta bastante ya que los tengo que crear con lo que tengo en casa. También tengo que reconocer que muchos son personajes de sketches míos y que los retomo para darles vida, pero estoy encantado porque vivo solo y con los directos hablo con gente que hacía tiempo que no lo hacía. A las 20:30 horas, que es la hora del directo, me pongo hasta nervioso, como cuando sales al escenario. El otro día me saludó un conocido desde Rumanía y también gente desde México y Argentina.

– Creo que ha tenido alguna anécdota también, y es que en una red social le han cerrado momentáneamente la cuenta. ¿Nos lo puede contar?

A parte de mi perfil en Facebook, gestiono una página de humor que se llama one Minute Only, que está también en YouTube y que tiene bastantes seguidores… Facebook me castigó 24 horas por colgar un vídeo que, según los censores de esa red social, contenía algo de sexo, cosa que no era cierta. De hecho en la página de One Minute Only continúa el vídeo colgado, ya que no lo han retirado. Eso sí, me tuve que pasar ese día a retransmitir en directo por Instagram, así que, por ahora, no he fallado ningún día… y como alarguen más el confinamiento, creo que voy a tener que repetir alguno.

– Estamos viendo que el arte está siendo una vez más una vía de escapa: conciertos en directo por redes sociales, música en los balcones…

Los que tenemos la desgracia de dedicarnos al mundo de la cultura en este país no nos queda otra que poner nuestro granito de arena en esta crisis haciendo lo que sabemos hacer, mostrar nuestro arte a la gente que bastante tiene con quedarse en casa sin salir. Para mí es un placer y un lujo poder hacer directos porque me entretengo mucho todas las tardes preparándolos. Un día es un sketch, otro un pequeño concierto con canciones de humor o serias, algún monólogo, personajes, parodias, lo que se me ocurre. Respecto a lo de la música en directo desde los balcones, no soy muy partidario. Hay gente mayor, enferma o sencillamente durmiendo la siesta o que no le gusta la música que puedas proponer. En cambio, me parecen estupendas las iniciativas para los niños ya que ellos sí que están teniendo paciencia. Tengo un amigo en Madrid que cada dos días sale a su balcón para hacer algo de magia infantil y juegos con sus vecinos pequeños y la gente está encantada. Media hora que lo pasan bien. Hay de todo, pero eso sí, todo el mundo con buena voluntad.

– Los artistas, la gran mayoría autónomos, van a verse muy perjudicados por este parón. Se están cancelando infinidad de actuaciones y muchas que estaban a punto de cerrarse, simplemente, no se van a llevar a cabo. ¿Teme que una vez superada la crisis vuelvan a ser los grandes olvidados?

Simancas, confinado en en su casa.

A mí se me ha cancelado todo: eventos, actuaciones, fiestas, incluso las clases que imparto de interpretación. Mis ingresos actualmente son cero patatero. Y sí, estoy convencido de que cuando salgamos de ésta, nos va a costar muchísimo recomponer nuestras vidas, tanto a los autónomos de cualquier gremio como a los artistas, y seremos otra vez los titiriteros olvidados. El hombrecito que hacía directos en Facebook para que la gente pasara 20 minutos sin pensar en sus miserias. Mi mayor deseo es que, cuando acabe este confinamiento, la gente no se olvide y vaya a ver cosas en directo: teatro, conciertos, monólogos, magia, poesía… porque sin público seguro que nos morimos en todos los sentidos.

– Le he visto crítico en redes sociales con algunas actitudes de los ciudadanos y también con algunas decisiones políticas adoptadas en este tiempo. ¿Usted hubiera sido más restrictivo desde el comienzo?

A toro pasado todos somos sabios. Soy crítico con el ciudadano que va tres veces al día a comprar. Soy crítico con el ciclista que sale a andar en bici para hacer deporte porque le apetece. Si tiene un accidente va a ocupar una cama que es necesaria para alguien enfermo de esta pandemia. Soy crítico con el oteador vigilante que no deja de observar quién pasa por la calle para denunciarlo si es sospechoso de estar incumpliendo las normas. Soy crítico con las personas que van al supermercado y no guardan las distancias. Y soy crítico con este gobierno que está haciendo las cosas a destiempo y mal. Por cierto, y no es peloteo, pero también tengo que dar un aplauso a todos los vecinos de Irun y a la corporación municipal por haber acertado en varias medidas tomadas en la ciudad. Y, efectivamente, hubiera sido más restrictivo… no tanto como Facebook (risas).