Infografía del proyecto.

La Junta Local de Gobierno, reunida en sesión ordinaria el día 4 de enero ha resuelto la adjudicación a la empresa URBYCOLAN, S.L. del contrato relativo a las obras de reurbanización de la calle Ermita – Fase 1, con un presupuesto de 643.480,25 euros (IVA incluido) y un plazo de ejecución de 6 meses.

Los trabajos previstos incluyen, entre otros, la peatonalización de la zona, renovación de los acabados y pavimentos, renovación de infraestructuras y mobiliario urbano, renovación del alumbrado y distribución de zonas ajardinadas.

Así, los principales objetivos del proyecto son:

– Asegurar la accesibilidad universal en toda la zona de actuación.
– Priorizar la seguridad y la comodidad de los peatones frente al tráfico rodado, favoreciendo la movilidad sostenible, saludable e inclusiva, teniendo en cuenta la perspectiva de género.
– Conseguir que el área de actuación se integre en el conjunto histórico de la ciudad de Irun.
– Configurar espacios ordenados que faciliten y dirijan el tránsito peatonal, ofreciendo zonas de paseo y descanso amables, y puntos de encuentro para la interacción social.
– Crear una imagen urbana coherente con el carácter histórico de la zona.
– Dotar al entorno de los monumentos históricos existentes de los elementos necesarios para su adecuada visibilidad y su disfrute, respetar el patrimonio construido.
– Realizar los trabajos de mejora necesarios desde el punto de vista de los servicios e infraestructuras.
– Introducir elementos de integración ambiental como zonas verdes y ajardinadas.

La propuesta, busca la integración del área en el casco histórico de la ciudad y, en este sentido, los criterios de actuación se corresponden con los establecidos en el Plan Especial de Rehabilitación del Casco Antiguo de Irun del que forma parte la calle Ermita.

Se plantea la transformación del área adecuándola a su importancia en el entramado urbano de la ciudad. Se busca destacar los elementos de interés de la zona y realzar su monumentalidad mediante los acabados, el alumbrado y una configuración espacial que permita una adecuada visibilidad. El planteamiento se guía para ello por criterios de sostenibilidad, perspectiva de género y accesibilidad universal.

Siendo una de las principales prioridades del proyecto la de otorgar al peatón el protagonismo que le corresponde en la vía pública, el punto de partida es la generación de un espacio de coexistencia en toda la longitud del área de actuación. Se busca generar una calle en la que haya espacio para otros usos además del de la circulación, como el paseo, la contemplación, el descanso y la interacción social. Se asegurará la existencia de itinerarios accesibles, seguros y cómodos para todas las personas usuarias, a todos los portales, monumentos y servicios.

Configuración de los espacios

La calle debe, por un lado, conservar la función de acceso rodado de doble dirección desde el cruce con el puente de Santa Elena hasta el comienzo de Ibaieta Ibilbidea. Por el otro, debe garantizar accesos peatonales accesibles a todos los portales de las viviendas existentes, así como a la Ermita-Museo y a la fuente histórica. Está situada, además, al borde del Canal Dumboa, cuya presencia en conjunto con el arbolado existente le añade también cierto interés paisajístico.

Debido al ancho reducido de la calle en la mayor parte de su desarrollo, es necesario optimizar el espacio disponible. Se propone generar un parterre continuo en toda la largura de la calle junto al muro que da al canal, de manera que los árboles existentes queden unidos por una generosa franja verde y estén protegidos de la circulación. Entre los árboles se alternarán los bancos para sentarse a su sombra. El parterre se ampliará en su encuentro con el puente de Santa Elena para absorber el desnivel existente y generar una zona ajardinada. El espacio restante, de un mínimo de 4m de ancho a excepción de en el encuentro con Ibaieta Ibilbidea, se destinará a la zona de coexistencia de vehículos y peatones.

En la zona de la fuente Ama Xantalen, donde la calle tiene más anchura, se marcará la zona de coexistencia con pilonas para proteger las zonas exclusivamente peatonales. Esta limitación, unida a la definición de la sección tipo y a la selección de los materiales de pavimentación, favorecerá la reducción de la velocidad de los vehículos.

En esta zona más ancha se plantea, asimismo, una franja ajardinada formada por dos parterres entre la zona de coexistencia y la acera junto al antiguo molino, que contribuye a la integración ambiental y separa en cierta manera al tráfico rodado de los dos edificios singulares situados al final de la calle.

Se adecentará la zona ajardinada adyacente a la fachada oriental de la fuente Ama Xantalen y se realizarán trabajos de restauración en la misma, como la renovación de la cubierta o la limpieza de sus muros.