Amaia Echarri, en Ficoba. / Martín Tellechea

Amaia Echarri Goñi es la responsable de BeekaHome, especializada en productos de decoración textil. Ha formado parte de la feria Harri-Orri-Ar que se acaba de celebrar en Ficoba este fin de semana. Hemos hablado con ella de su experiencia:

– ¿Cómo surge BeekaHome?

BeekaHome surge de un momento de cambios. Un momento en el que la incertidumbre laboral hace que me centre en el trabajo manual, algo que ya dominaba porque desde pequeña me habían enseñado a hacerlo en casa. Al principio fue a modo de terapia, una forma de estar entretenida. Pero al ver que las alfombras y los cojines que creaba tenían aceptación decidí tirar para adelante y convertir mi afición en ocupación.

– Háblenos de los distintos productos que se pueden encontrar en BeekaHome…

En BeekaHome encontramos productos de decoración textil. Casi todos son tejidos en ganchillo, aunque algunos complementos también los hago en tela. Básicamente trabajo las alfombras, los cojines y los pufs, aunque ahora también estoy sacando una línea de macramé combinada con madera: estanterías de pared, estanterías suspendidas y telares. Dentro de esos mismos productos, he desarrollado una línea infantil, con alfombras, cojines y atrapasueños dirigidos a los más pequeños. Además, algunos de estos productos se pueden personalizar con el nombre del niño. Todos los productos que confecciono están a la venta, pero la mayor parte de los pedidos son personalizados, es decir, el cliente me pide un determinado modelo, de un tamaño concreto y unos colores específicos, por lo que confecciono un artículo a medida para él. En su casa recibe una alfombra o cojín especialmente confeccionado para él: hecho a mano y a medida, osea un producto único.

– Ha pensado usted además en dar todo tipo de facilidades: tienda online, redes sociales…

Las redes sociales son primordiales cuando no se cuenta con un punto de venta físico, como es mi caso, por eso @beekahome está en Instagram y en Facebook… Hace ya casi un año que puse en marcha la tienda online: www.beekahome.com, desde donde se pueden comprar directamente mis productos o pedir un producto personalizado. Como complemento, también tengo abierta tienda en Amazon Handmade, una plataforma de venta para artesanos. Allí también vendo una selección de mis artículos. Este año también pretendo hacerme hueco en el mercado local y buscar puntos de venta físicos, colaborando con tiendas de decoración, etc.

– Ha estado usted en Ficoba en la recientemente celebrada feria Harri-Orri-Ar. ¿Qué tal la experiencia?

Ha sido una experiencia muy positiva. Yo he participado en varios talleres, de la mano de Don Trapillo, un productor de algodones y cordones, que es la materia prima que yo utilizo para confeccionar mis artículos. En los talleres he enseñado a hacer varios de los artículos que yo trabajo y ha sido un placer enseñar las técnicas, trucos, compartir patrones… Mi trabajo suele ser bastante solitario y ese contacto con la gente ha sido muy motivador. Tanto que me estoy planteando muy en serio comenzar la actividad de los talleres más a largo plazo, no dejarla solo para eventos puntuales como la feria Harri-Orri-Ar.

– ¿Cómo ve estas iniciativas centradas en el mundo handmade?

Estas iniciativas son muy importantes para este mundillo. Si nos quedamos cada uno en casa con nuestro handmade y el ordenador, que suele ser la base de la inspiración en este tipo de trabajos, nos perdemos la parte humana, que es la parte más enriquecedora. El hecho de conocer gente, compartir ideas y experiencias da sentido a una actividad ya de por sí enriquecedora, como es el hacer algo por uno mismo.

– Usted dijo en la rueda de prensa de presentación de la feria que lo que era al principio una afición se convirtió en una ocupación. ¿Qué le diría a alguien que está pensando en meterse en este mundo?

Que si se va a embarcar en una aventura como ésta, busque una afición que le guste mucho. Porque se meten muchísimas horas y muchas de ellas no están remuneradas. Y es difícil abrirse camino. Pero si de verdad le gusta y es constante, esa parte mala que comentaba antes puede que le merezca la pena. En el momento que recibes el mensaje de un cliente encantado con el producto que le acaba de llegar y que has estado haciendo durante muchas horas (muchas veces quitándole horas a la noche), entonces esos aspectos negativos se olvidan.