Jacobo Cuétara, en la sala de prensa de Artaleku. / Martín Tellechea

Sin tiempo para lamerse las heridas de la derrota en tierras gallegas, el Bidasoa se vuelve a subir hoy al autobús para desplazarse a Ciudad Real. Allí espera el BM. Alarcos para la disputa de la segunda ronda de la Copa del Rey este miércoles a partir de las 20:30 horas. Antes de llevar a cabo la última sesión previa al viaje, Jacobo Cuétara comparecía en rueda de prensa para analizar la eliminatoria. “Si no pasamos será un fracaso. Sabemos de la dificultad de jugárselo a muerte súbita, contra un rival que tiene todas las de ganar. Tenemos que saber jugar con ese favoritismo, somos el equipo de Asobal, sabemos que se puede complicar y que hay que sacarlo sí o sí”.

Cuétara añadía que “es una eliminatoria trampa. Todo lo que sea partido igualado va a favor del que juega en casa. Pueden entrar las prisas, para ellos si ganan es un éxito y para nosotros si perdemos un fracaso. Hay que saber jugar con eso. Vuelven a jugar contra un equipo de Asobal y eso para ellos es muy motivante. Sabemos lo que nos espera”.

Lejos de confiarse ante un equipo que milita en una categoría inferior, el preparador bidasotarra avisa de que “es uno de los equipos que mejor juega a balonmano de la Plata, posiblemente mejor que algunos equipos de Asobal. Vamos con todas las ganas de pasar y llegar lo más lejos posible en una competición que no tiene pasado, únicamente futuro, y en la que a pocos pasos que des ya estás en éxitos. Ahora estamos en la zona de fracaso pero a pocas eliminatorias que pasemos es lo contrario y ahí queremos llegar”.

En relación a la nómina de lesionados de las últimas semanas, el técnico apunta que “hay que saber jugar con molestias, bajas, lesiones… Gracias a Dios, quitando lo de Adrián, no hemos tenido lesiones de larga duración como otros equipos que están teniendo que fichar. A pesar de las bajas estamos compitiendo bien, sacando puntos y cuando no están unos estarán otros. Si echo en falta que tengamos lesiones normales, porque nos pasan cosas extrañísimas. Hay que convivir con ello, ir jugando con la gente e ir refrescando”.