Cavero se dispone a lanzar una pena máxima. / Atlético Valladolid

Recoletas Atlético Valladolid 29: Díaz, Adrián Fernández, Fernando Hernández (7, 2p), Río, Serdio (2), Viscovich (3), Víctor Rodríguez (5), Garza, Turrado, Nico López (2), Diego Camino (6, 1p), Serrano, Miguel Camino, Héctor González (1) y Roberto Pérez (3).

CD Bidasoa 28: Ledo (Zubiria, ps), Cavero (6, 3p), Vázquez, Beltza, Nonó (4), Popovic (2), Redondo, Odriozola (3), Azkue (4), Serrano (5), Renaud-David, Lancina (4) y Crowley.

Parcial cada cinco minutos: 0-2, 2-4, 3-6, 7-7, 8-10 y 10-13 (descanso); 12-17, 15-19, 17-22, 22-24, 26-25 y 29-28 (final).

Árbitros: Sebastián Fernández Molina y Alberto Murillo Castro (Federación andaluza). Excluyeron dos minutos a Roberto Pérez (minuto 30), Serdio (minuto 40), Nico López (minuto 42), Héctor González (minuto 60), del Recoletas Atlético Valladolid y a Beltza (minutos 18, 41 y 47 -roja-), Renaud-David (tarjeta roja directa, minuto 46), del Bidasoa.

Incidencias: Encuentro correspondiente a la sexta jornada de liga Asobal, disputado en el polideportivo Huerta del Rey, ante unos 2.500 espectadores.

No pudo ser, el Bidasoa se vino de vacío del pabellón Huerta del Rey tras desperdiciar una ventaja de seis goles a falta de un cuarto de hora. Los de Jacobo Cuétara entraron más enchufados en el partido e impusieron una defensa muy intensa que se les atragantó a los locales. De hecho, el Valladolid no pudo inaugurar el marcador hasta el minuto 7, merced a esa barrera levantada por los de Jacobo Cuétara, que anuló las ideas ofensivas de los locales. El Bidasoa fue por delante, con ventajas de dos y tres goles, llegando al descando con un prometedor 10-13.

Al inicio de la segunda parte las rentas fueron aumentando, con un 11-16 y un 17-23 que parecían empezar a decantar la balanza del lado amarillo. Pero nada más lejos de la realidad. Las rojas a Renaud-David y Beltza, ésta por acumulación de exclusiones, unido a los minutos en inferioridad numérica, hicieron que el Valladolid se fuera metiendo poco a poco en el partido, hasta situarse a solo un gol (24-25) en el minuto 52. Cuétara trató de minimizar los daños pidiendo un tiempo muerto, pero no pudo impedir que el Valladolid se pusiera por delante en el marcador. Un control que ya no perdió, puesto que los de Nacho González supieron mantener la calma y, aupados por su afición, amarraron el dominio hasta el final para sumar una nueva victoria (29-28).