Oficinas del SAC, donde se encuentra la OMIC. / Martín Tellechea

La Navidad cada vez llega antes. No hace falta recortar el calendario, ni desempolvar con antelación las figuritas del Belén. Las Navidades llegan antes, simplemente, porque cada vez se impulsa a la gente más temprano a sumergirse en la compra de regalos. De unos años a esta parte, este punto de salida ha quedado fijado en el Black Friday (Viernes Negro), una iniciativa de marketing importada de Estados Unidos por la cual gran variedad de comercios ofrece la posibilidad de comprar con importantes descuentos.

Se cuenta que el Black Friday nació en Estados Unidos en los años sesenta. El día siguiente de Acción de Gracias, celebrado el cuarto jueves de noviembre, los atascos en la carretera eran kilométricos y la policía lo bautizó como Viernes Negro. Cada vez fue más habitual que los trabajadores cogiesen ese día de vacaciones para evitar esos atascos y así aumentó la actividad en los comercios hasta tal punto que se generalizaron los descuentos para incentivar unas ventas que servían para arrancar la campaña navideña. De ahí sale la segunda versión que explica el bautizo como Black Friday: es el día en que los comercios salen de los números rojos de pérdidas a los números negros de ganancias. En Estados Unidos el Black Friday es actualmente el día de mayores ventas de todo el año.

Esta moda llegó a España en 2012, año en el que se liberalizaron las rebajas, que hasta entonces estaban limitadas a dos épocas del año. La iniciativa ha calado entre los consumidores, que aprovechan los descuentos tanto en los comercios físicos como en la venta online. Hay que tener en cuenta que estas rebajas se extienden en muchos comercios durante todo el fin de semana.

El comercio irunés no ha sido ajeno a esta iniciativa. El Black Friday se ha dejado palpar en las calles de la ciudad en los últimos años. Esto son tendencias que entran poquito a poco y que parecen que han venido para quedarse. El público lo está esperando. Esa fecha ya está en el calendario, es el último viernes de noviembre, y es un preludio de la campaña navideña, si bien hay personas que critican este día y lo consideran que es una iniciativa más para incentivar el consumismo.

En cualquier caso, como siempre que los consumidores se enfrentan a promociones especiales, deben actuar con cautela. Por ello desde ACUBI y la OMIC de Irun indican que “si nos interesa comprar y aprovechar los descuentos de ese día, hay que hacerlo con cabeza y sentido común, y recordamos una serie de recomendaciones:

– Hacer un presupuesto, buscar y comparar productos en diferentes sitios y si hacemos la compra física siempre es mejor pagar en efectivo que con tarjeta, porque al pagar con efectivo somos más conscientes del gasto que estamos haciendo
– Cada producto deberá mostrar en la etiqueta dos precios: el precio en el que se vende en esa promoción y el precio anterior, o el porcentaje de descuento que se le ha aplicado
– Recordar que un descuento no supone perder derechos: “En las rebajas la Ley de Garantías no se va de vacaciones”. Todos los productos nuevos siguen teniendo una garantía de dos años. Las rebajas deben serlo solo en el precio, no en los derechos de los consumidores ni en la calidad de los productos”

Desde ACUBI y la OMIC de Irun señalan una práctica común en estas promociones que debe ser denunciada, los anuncios gancho: “Es, por ejemplo, el típico anuncio de radio de una tienda de aparatos tecnológicos que anuncia una superoferta, de unos ordenadores marca X a mitad de precio. Alguien lo oye a mediodía, va a la tienda a primera hora de la tarde y al llegar al mostrador le dicen que se ha agotado el producto. ¿Es legal eso? Sí, siempre y cuando el anuncio incluyera una coletilla del tipo hasta agotar existencias o para los 100 primeros clientes. Deben dejar claro que no es para todos los portátiles que tengan o que es limitado”. Desde ACUBI y la OMIC de Irun advierten de que lo que consiguen con esto es que “vaya muchos consumidores a un sitio buscando un chollo que se agota enseguida y que, una vez que estás ahí, acabes comprando algo”.

En caso de sufrir esta desilusión en el Black Friday, se aconseja tomar medidas: “la publicidad es vinculante y, si el anuncio no especifica esa coletilla, cuando llegas allí puedes exigir al comercio que te venda el artículo que ha promocionado en la publicidad y al precio que ha dicho. Si no lo tiene ese día, te lo tiene que vender otro día. Y si no, se puede poner una reclamación y pasar a mayores porque han anunciado algo que cuando vas no lo tienen. Y, aunque haga la mención, a nosotros nos parece muy poco ético. Es un método de marketing engañoso que, si no es fraudulento, roza lo fraudulento”.

ACUBI y la OMIC recomienda lo siguiente: “Si adquieres un producto por internet, asegúrate de que lo haces a través de una web de comercio seguro. Además, sé consciente de que dispones de 14 días para ejercer el derecho de desistimiento, es decir, para echarte atrás y devolverlo sin dar explicación alguna ni sufrir ninguna penalización; si tienes un problema intenta alcanzar un acuerdo con el comercio. Si no lo logras, presenta una reclamación solicitando una hoja de reclamaciones; si compras en comercios adheridos al arbitraje de consumo, puedes recurrir a este medio gratuito para solucionar los conflictos de consumo”.