Laborda, Santano, Olano, Oiarbide y Olazabala. / Ayuntamiento de Irun

El tramo correspondiente a la primera fase de la Ronda Sur se ha abierto al tráfico este jueves 2 de diciembre. Se trata de un tramo que tiene una longitud de 690 metros que conecta, en paralelo al trazado de la A-8, los barrios de Oñaurre y Txenperenea a través de tres carriles de circulación (ampliable a cuatro). El presupuesto inicial de esta primera fase era de 7.048.544,04 euros de los cuales 6 millones han sido financiados por la Diputación Foral de Gipuzkoa en su apuesta por mejorar los accesos de Irun.

Además, el proyecto ha incluido la conexión con la avda. Euskal Herria desde Txenperenea con un presupuesto añadido de 1.167.151,77 euros que se ha financiado íntegramente con fondos municipales. Asimismo, la Diputación financió y ejecutó previamente a través de Bidegi las obras de la rotonda de Oinaurre y el semielace con la AP-8, con una inversión de 8 millones financiada íntegramente con fondos forales. Una apuesta de 14 millones de euros en total por la apuesta Foral por Irun.

En este día de la apertura se han acercado a la Ronda Sur el diputado general de Gipuzkoa, Markel Olano, el alcalde de Irun, José Antonio Santano, la diputada de Infraestructuras Viarias, Aintzane Oiarbide, la delegada de Obras, Cristina Laborda, y el delegado de Movilidad, Borja Olazabal que han querido apreciar in situ la obra finalizada que mejorará notablemente la accesibilidad del municipio.

Mejor conexión entre barrios y mejor acceso a la ciudad

Esta primera fase de Ronda Sur, sumada a la salida que Bidegi abrió a la altura de Oñaurre, va a suponer una sustancial mejora en la entrada a la ciudad y permitiría bordear el casco y distribuir los tráficos de acceso a las diferentes zonas de Irun, conectando por carretera el entorno de la calle Iñude en Oinaurre y los barrios de Larreaundi y Lapice a través de Txenperenea.

Cabe recordar que Ayuntamiento y Diputación llegaron a un acuerdo para poner en marcha este proyecto de Ronda Sur respondiendo así a una petición del Ayuntamiento irunés. La gestión, licitación y contratación de los trabajos, ha corrido a cargo del Ayuntamiento irunés, si bien la financiación ha sido compartida con el ente foral, que, a su vez, se ha encargado de financiar y ejecutar las obras del semienlace y la rotonda de Oinaurre.

“Han sido unas obras importantes, no solamente por la cuantía de la inversión, 14 millones de euros por nuestra parte, sino porque posibilitan una conexión más directa entre la AP-8 y el centro de la ciudad. Sin duda alguna, supondrá una notable mejora en la movilidad de las y los irundarras, así como en el tráfico de toda la zona. Con infraestructuras como ésta la Diputación Foral de Gipuzkoa cumple con su apuesta por Irun”, ha explicado el diputado general, Markel Olano.

El alcalde de Irun, José Antonio Santano destacaba por su parte que “es el proyecto en clave de movilidad y tráfico más importante de los últimos años. Una actuación muy esperada por la ciudad. Hay que seguir trabajando en la segunda fase, pero este primer tramo ya nos permite empezar a pensar en tomar otras decisiones en los diseños de los tráficos del centro ciudad dentro del Plan de Movilidad Urbana Sostenible que tenemos sobre la mesa”.

En paralelo a la ejecución y finalización de esta primera fase, hace unos meses la Junta Local de Gobierno aprobaba el contrato relativo a la redacción del proyecto de construcción de la segunda fase con un presupuesto de 119.967,87 euros para el estudio de alternativas y el proyecto de construcción.