Las cabezas de los cabezudos junto a la cantinera, en el local de Ondare Kultur Elkartea. / Oihana Sánchez

Llevan siete años al pie del cañón, intentando hacer buena la idea inicial con la que nacieron, que no es otra que la de despertar interés en jóvenes y no tan jóvenes con aquellas cuestiones ligadas a las tradiciones y la cultura de nuestra ciudad. Hablamos de Ondare Kultur Elkartea, un asociación sin ánimo de lucro cuya junta directiva forman ahora mismo Iñigo Mangas, Iñigo Mestre, Javier Núñez, Joseba Romaratezabala, David Alonso, Ysabel Corral y Txemi Moreda. Se pusieron en marcha con una comparsa de gigantes y cabezudos que dieron a conocer en el colegio El Pilar y que despertó gran interés entre los irundarras, seguramente por el simbolismo que esas figuras representaban: el General y la Cantinera entre los gigantes y Mosén Pedro de Hirizar, Miguel de Ambulodi, un soldado francés y un soldado alemán entre los cabezudos. Pero son mucho más. Desde 2013 participan en la Cabalgata de los Reyes Magos con sus personajes de Disney. En 2014, coincidiendo con el centenario del nacimiento de Luis Mariano, nació un gigante con su figura. Colaboran con iniciativas solidarias, organizan talleres, charlas. Y ahora, una nueva idea con la que asentar ese trabajo: una escuela de gigantes.

Dos niños intentando levantar un esqueleto. / Oihana Sánchez

Como cuenta Iñigo Mangas, presidente de la asociación, la idea surge “debido a la demanda que habíamos visto. Llevábamos algún tiempo escuchando de padres y madres si teníamos gigantes txikis. Además, veíamos la necesidad de reunirnos para poder ensayar y preparar coreografías, porque no es fácil por el tamaño de las figuras y el espacio que se requiere. Llevamos trabajando en este proyecto más de un año, desde abril de 2017”.

Hace unos días celebraron una primera reunión en el antiguo parvulario del barrio de Ventas, su actual sede. “Acordamos que a finales de mayo nos volveremos a reunir para terminar de fijar todo y ponernos en marcha. En principio no tenemos plazas limitadas. Está abierto a todo el que quiera, sean de haurtxokos o no. El invitar a los niños de los haurtxokos fue una idea para trabajar con ellos en esta actividad, para aprovechar que estamos en el mismo edificio y ofrecerles otra actividad adicional”. Desde Ondare Kultur Elkartea quieren trabajar con los más pequeños desde la base: enseñarles de qué partes están compuestos los gigantes, aprender a montarlos y desmontarlos, conocer su peso, las dificultades con las que se pueden encontrar a la hora de bailarlos. “Les iremos cargando el gigante poco a poco. Empezaremos los ensayos solo con las estructuras, para que vayan aprendiendo cómo se coge el gigante, a controlar el equilibrio… Le iremos sumando cuerpo, complementos y, al final, la ropa, ya que no es lo mismo bailar el gigante con falda o sin ella. Antes de empezar a enseñarles coreografías, les enseñaremos a bailar pasacalles, para que cojan soltura con el gigante y se hagan a él. Y al mismo tiempo iremos aprendiendo poco a poco pasos de valses e iremos montando coreografías. Esto es como en el caso de los niños. Para aprender a correr, primero aprenden a gatear, luego a levantarse, después andan y, por último, corren. No es fácil seguir este proceso, porque los niños quieren correr desde el principio, y si se les cae el gigante pueden cogerle miedo. Aunque por lo que hemos visto en muchas ocasiones, vienen pisando fuerte y aprenden muy rápido. Por lo que creemos que será fácil”.

Detalle de la banda de la cantinera. / Oihana Sánchez

Nuevos gigantes

Ondare Kultur Elkartea trabaja con la idea de que la escuela de gigantes sea una realidad antes de que termine este año. Para ello trabajan ya en la realización de nuevas figuras. Lo que representarán todavía es un misterio que solo en la asociación conocen, aunque nos dan algunos datos. “Serán seis nuevas figuras, dos gigantes txikis que pesarán unos 5 kilos, dos medianos de unos 10-15 kilos y dos grandes que pesarán entre 40 y 45 kilos. Son pesos en cualquier caso que hasta que no estén terminados, vestidos y con todos los complementes colocados no podremos confirmar”.

Un reto bonito e ilusionante. Solo falta el motor. Y eso depende, en gran parte, de la cantera que la escuela de gigantes vaya formando. ¿Te animas?