Juan Kruz Alberdi (i) y Miguel Ángel Páez. / Ayuntamiento de Irun

El delegado de Desarrollo Sostenible del Ayuntamiento de Irun, Miguel Ángel Páez, se ha acercado este mediodía junto con el responsable de la Asociación de Desarrollo Rural Behemendi, Juan Kruz Alberdi, a los hornos de Irugurutzeta, en el barrio de Meaka, para hacer balance de la actividad en varios de los recursos de los que dispone la ciudad para dar a conocer su patrimonio verde e histórico.

“El centro de interpretación de los Hornos de Irugurutzeta y el punto de información de Lapurriturri en Aiako Harria son dos lugares de referencia para explicar este patrimonio natural tan importante que tenemos, unido además a un elemento de nuestra identidad como es este pasado minero. Llevamos muchos años generando mucha actividad en torno a estos recursos con el objetivo de dar a conocer a la ciudadanía estos tesoros que con los que contamos en Irun, a poca distancia del centro urbano, y de los que nos tenemos que sentir muy orgullosos”, explicaba Miguel Ángel Páez.

2.500 visitas a bordo del tren verde

El coto minero de Irugurutzeta-Meazuri pertenece a la concesión de la explotación de hierro de “San Enrique”, que generó importantes infraestructuras y tuvo su mayor desarrollo en la segunda mitad del s. XIX, coincidiendo con el boom minero de hierro que se produce en todo el País Vasco. Esta instalación llegó a ser uno de los cotos mineros de mayor relieve de la cornisa cantábrica (con nueve hornos de calcinación) y estuvo en uso hasta finales de la Segunda Guerra Mundial.

Son varios los aspectos que caracterizan a la batería de Irugurutzeta: son hornos de calcinación de tiro natural (el aire que entraba era el que hacía que combustione mejor) utilizados para eliminar los carbonatos que venían mezclados con el mineral y que era necesario desprender para aligerar el peso del material y abaratar su transporte.

Para completar la experiencia de las personas que visitan este enclave natural, a mediados de año terminaron los trabajos de renovación del centro de interpretación, espacio con el que cuenta el entorno y que se abre cada vez que se produce la llegada de algún grupo de visitas. En 2018 pasaron por este enclave natural e histórico 2.482 personas a bordo del ‘tren verde’ que durante todo el año recorre la distancia que separa esta instalación con el Museo Romano Oiasso dentro de una actividad que se completa con una visita guiada. Tras el viaje en tren desde el museo, el recorrido empieza en la batería de hornos para acceder después a una galería minera donde se explican las labores de extracción del mineral.

“Esta excursión es una actividad fija que da siempre muy buenos resultados entre la gente que visita la ciudad en fines de semana o en periodos vacacionales como Semana Santa o verano, pero también entre familias irunesas que se animan a conocer desde dentro este importante enclave de nuestra historia. En definitiva, un elemento de nuestra carta de presentación como ciudad en materia de entornos naturales que no se entendería sin el parque natural de Aiako Harria que compartimos con localidades de nuestro entorno y que tiene en su entrada por Irun un punto de información que venimos reforzando ultimamente”, añadía Miguel Ángel Páez.

Lleno en Lapurriturri

Esta instalación está impulsada por el Ayuntamiento de Irun y se localiza en el parque natural de Aiako Harria. Tras más de diez años abierto, este recurso municipal cerró su mejor año con récord de visitas, en torno a 1.500, a lo que contribuyó una apretada agenda de excursiones que rozaron el lleno de asistencia. El punto de información de Lapurriturri ha estado abierto durante este pasado año los días de Semana Santa, y en verano desde el 1 de junio hasta el 30 de septiembre, todos los sábados y domingos en horario 10:00 a 14:00 horas; una temporada que dejó 1.496 visitas y un promedio de 31,2 personas/día, el dato más alto registrado en esta instalación desde su apertura superando los mejores datos que ya se habían cosechado en 2017.

En cuanto a la procedencia de los visitantes del punto de información de Lapurriturri, destaca que la mayoría son de Irun, seguidos de vecinos del otro lado de la frontera en Aquitania y de Gipuzkoa, así como de Donostialdea. Como añadía Miguel Ángel Páez, “una pata fundamental del éxito de Lapurriturri es la oferta de actividades paralelas varios fines de semana al año, en grupos pequeños de personas, que tienen como objetivo poder disfrutar en familia de la naturaleza y conocer más cosas de la flora y fauna de nuestro entorno”. El delegado se refiere al apartado de excursiones y salidas gratuitas organizadas desde el punto de información para conocer, de la mano de un guía, todas las características que definen el parque natural de Aiako Harria.

En 2018 se organizaron un total de 7 actividades con buen balance. Y es que exceptuando dos excursiones en las que debido al tiempo la asistencia fue menor, el resto de excursiones prácticamente se llenaron con gran acogida entre las personas participantes. Una de la propuesta más exitosas fue un año más la contemplación de estrella, a la que hay que sumar la salida sobre orientación como otra de las propuestas más solicitadas. Del resto de iniciativas cabe señalar la excursión para descubrir los restos fortificados de Aiako Harria, la recolecta de hongos y setas y el cursillo de observación de reptiles. Completan la lista la excursión para conocer los yacimientos mineros y la observación de aves y pájaros. En total, el listado de personas que se interesó por este programa fue de 130 visitantes.

Lapuriturri abrió sus puertas por primera vez en el año 2006. El objetivo principal de esta instalación que se encuentra bajo la cima de Erlaitz es dar a conocer el parque natural y para ello, se realizan durante toda la temporada diversas actuaciones. Además de las actividades que se reparten durante la primavera, el verano y la entrada del otoño, el propio punto de información suministra a todos los visitantes información en papel y explicaciones de la guía acerca del Parque Natural, de los 5 recorridos temáticos (Pozos nevera, Minería, Carboneo, Guerras y Flora-Fauna-Agua) y de la oferta turística del entorno.