Zubiria ha estado arropado en la rueda de prensa por sus compañeros. / CD Bidasoa

“Como todo el mundo sabe, estoy aquí para comunicaros que dejo el equipo y que me retiro del balonmano profesional a final de temporada”. Con esas palabras iniciaba esta mañana Asier Zubiria una rueda de prensa en la que dejaba claras sus intenciones cuando finalice el presente curso. “Me da un poco de reparo estar dando una rueda de prensa porque creo que ha habido gente que ha hecho mucho más que yo por el Bidasoa y por el balonmano en general. Quizás no han tenido este momento y seguramente se lo merecían mucho más”, continuaba diciendo el capitán.

El usurbildarra, en una abarrotada sala de prensa, y con la presencia de sus actuales compañeros, ha explicado los pasos que le han llevado a realizar la comparecencia. “Mi idea era despedirme a final de temporada con un comunicado, pero viendo los últimos acontecimientos, me apetece explicarlo un poco. Es más sencillo que lo que pueda parecer”.

El guardameta continuaba diciendo que “en marzo del año pasado tuve una reunión con el club, como casi todos los años, para hablar del futuro. Por primera vez planteo la posibilidad de retirarme. Coincide con la marcha de Dejanovic y el fichaje de Ledo, un portero joven que no conoce la casa , y el club me pide que siga otro año. Lo entiendo, lo acepto y todo bien. Transcurre todo de forma normal pero a final de primera vuelta ya siento que es momento de tomar la decisión y de comunicársela al club, cosa que hago estas navidades. Quedamos en que ya iríamos viendo cuándo o cómo anunciarlo. La idea era hacerlo más adelante, cuando los objetivos estuvieran cumplidos, para no interferir la marcha del equipo. El 30 de enero, la semana que reanudábamos la liga, el club me llama a una reunión y me comunican el fichaje de Rangel, con las circunstancias que todos conocéis. Lo entiendo y lo acepto, es una oportunidad para el club. Esto trastoca un poco los planes iniciales y rápidamente había que decidir qué y cómo anunciarlo”.

Sobre las razones que le han llevado a tomar la decisión, el portero ha contado que “es muy meditada en el tiempo. Lleva su reflexión pero ha sido un proceso muy natural. Se trata de buscar el momento idóneo. Cuando tienes 20 años no sabes por dónde van a ir los tiros, cómo va a ir tu carrera deportiva, pero cuando llegas a cierta edad empiezas a ver cómo o dónde te gustaría”.

Como no podía ser de otra forma, ha habido tiempo para repasar parte de su trayectoria. “Me siento realizado. He dado todo lo que tenía que dar. He tenido la suerte de jugar en Asobal, competiciones europeas, algún título también. Estoy lleno. Cuando ascendimos ya tenía la sensación del deber cumplido y estos dos últimos años han sido un regalo y para disfrutar”.

Preguntado por un momento de los últimos años, el canterano del Usurbil Kirol Elkartea ha dicho que “todo el mundo se acordará del ascenso, pero otro momento especial es la fase de ascenso que jugamos y que perdimos la final en casa contra Puente Genil. Algunos pensarán que fue un fracaso, pero era un equipo que ni de lejos estaba preparado para ese reto de ascender. Para mí fue un triunfo y muchos de mis compañeros piensan igual. Fue la primera semilla de lo que luego sucedió. Sobre todo porque recuperamos a la gente de Irun”.

Asier Zubiria no ha querido terminar la rueda de prensa sin agradecer “a mis amigos, mi cuadrilla, amigos de toda la vida, por todo lo que me dan, el seguimiento que hacen, a los amigos que me ha dado el balonmano. Muchos han terminado siendo amigos de verdad y espero saber mantener esas amistades”. En el capítulo de agradecimientos han tenido un lugar especial los más cercanos. “Mi familia, mi hermana y sobre todo mis padres, que han sido los que han vivido esta historia desde el minuto uno, han disfrutado pero han sufrido mucho también. Nunca les podré agradecer lo suficiente todo lo que me han dado”.

Asier ha terminado con un reconocimiento para “todos los compañeros, rivales, entrenadores, directivos, empleados, médicos, fisios, prensa, afición y personas que he conocido gracias al balonmano, que me ha ido llevando por muchos lugares”.