Paco Carrillo, General del Alarde de San Marcial. / Estudio Gover

Paco Carrillo acaba de ser reelegido este jueves para desempeñar durante cuatro años más el cargo de General del Alarde de San Marcial. Tras dar el paso en 2015 después de toda una vida desfilando en la Compañía Buenos Amigos, la Junta de Mandos ratifica ahora aquella apuesta con esta reelección. Hablamos con él de su experiencia como General, de su trayectoria y de los retos que se marca de cara a los próximos años.

– Estará recibiendo muchas felicitaciones en las últimas horas…

Sí, la verdad es que desde que ayer me eligieron y se dio a conocer la noticia he tenido muchas llamadas y mensajes felicitándome. A primera hora de la mañana he entrado también a las redes sociales y he visto que la gente me estaba dando la enhorabuena. Aprovecho esta oportunidad que me brindas para agradecer ese apoyo. Estoy muy contento, es un gran honor para mí poder seguir siendo el General del Alarde de San Marcial.

– Honor… y responsabilidad…

Sin ninguna duda. Representar este papel es una gran satisfacción personal, un orgullo, un honor como acabo de comentar. Pero por encima de todo es una gran responsabilidad. Al final eres la persona que está al frente de una maquinaria muy grande que tiene que estar muy bien engrasada durante todo el año para que funciones a la perfección. También tengo que decir que esto ocurre así habitualmente. La verdad es que tanto el trabajo que se desarrolla en la Junta de Mandos, como el que se lleva a cabo en la Junta del Alarde y en las comisiones de las diferentes compañías y unidades es como para quitarse el sombrero. Estamos acostumbrados a ver los frutos de todo esto hacia mayo-junio, cuando se acercan las fiestas, pero estos meses de ahora, por ejemplo, en los que se está vendiendo lotería y se están preparando ya actividades y organizando el calendario del año que viene son muy importantes.

– El Paco Carrillo que ha sido reelegido es muy diferente al de hace ahora cuatro años cuando accedió al cargo.

Claro, eso es ley de vida. Aquí, como en otros ámbitos de la vida, vas aprendiendo. Yo he desfilado toda mi vida en Buenos Amigos, donde he tenido la suerte de ser alférez, teniente y también capitán. Cuando apostaron por mi persona hace cuatro años tenía las referencias de las personas que habían desempeñado el cargo de General… Patxo Rodríguez, José Antonio Apalategui… gente a la que, de alguna manera, siendo más joven, tenías un poco idealizada… Nunca llegas a pensar que tú podrías llegar a ser algún día General. Te da un poco de vértigo al principio, pero luego te vas metiendo en el papel. Y, sobre todo, aprendes, aprendes muchísimo, porque cambia un poco tu perspectiva de las cosas, tienes que empezar a coordinar grupos de trabajo más amplio, a poner énfasis en algunas cosas… la gente también espera a que les digas algo… Todo esto a nivel organizativo, que es lo que la mayoría de la gente no ve. Luego, obviamente, está todo lo relacionado con la figura que representas durante los días grandes: hay que ir a montar, organizar revistas, horarios del día 30, el momento del quiosco de la plaza del Ensanche…

– Con la nueva Ordenanza del Alarde de San Marcial el General, al igual que los capitanes y jefes de unidad, solo puede cumplir dos ciclos de cuatro años…

Sí, la nueva Ordenanza del Alarde de San Marcial, que tiene ahora tres años, regula, entre otras muchas cosas, todo lo que tiene que ver con la elección del General y su mandato. Tardó varios años en aprobarse porque se debatió profundamente sobre muchos artículos, ya que en algunos casos hacía falta adecuarlos, añadirles algo para que quedaran más claros… En el caso de la elección del General, la propia elección no estaba regulada, por lo que era algo obvio que había que incorporar: plazos, requisitos, garantías… En cuanto a lo de los dos mandatos de cuatros años, yo creo que es algo lógico, si en una compañía o unidad el capitán o el jefe de unidad no puede estar más que ocho años, tiene todo el sentido del mundo que el General también esté como máximo ocho años.

– Y después de nuevo a Buenos Amigos…

Por supuesto. Volveré a Buenos Amigos con la escopeta y tan feliz. Piensa que habrá disfrutado inmensamente y que he pasado por puestos que no mucha gente puede decir. Soy un afortunado en ese sentido.

– ¿Retos de cara a los próximos años?

El barco rema en la misma dirección y creo que estamos en un periodo de tranquilidad. Yo apuesto por seguir trabajando en la misma línea. Es cómo pienso y lo que intento inculcar. Los grupos de trabajo alrededor de la Junta de Mandos funcionan muy bien, cada uno sabe lo que tiene que hacer. Tenemos que ir mejorando cosas que hemos apreciado que se pueden mejorar. Pero sin volvernos locos. Al final, de lo que se trata, es de que el 30 de junio por la noche estemos todos orgullosos de cómo ha transcurrido el Alarde de San Marcial. Ese es el recuerdo que te vas a llevar. Yo, por mi parte, lo único que puedo ofrecer es trabajo, trabajo y más trabajo. Dedicación no va a faltar, como en estos cuatro años anteriores.