Cristina Laborda, delegada de Bienestar Social. / Ayuntamiento de Irun

Desde el comienzo de esta crisis sanitaria, una de las prioridades que estableció el Ayuntamiento de Irun fue la atención de las personas mayores. El primer paso fue una ronda de llamadas a las de mayor edad que pudieran tener más necesidades al vivir solas. Esos contactos siguen y en los próximos días el objetivo es llegar hasta 5.600 personas mayores de 65 años que, bien porque vivan solas o acompañadas por personas de edades más avanzadas, puedan estar en una situación de mayor vulnerabilidad.

El proceso para todos los casos es el mismo: llamar a todas estas personas, interesarse por su situación, conocer su estado de salud y saber si tienen o no red familiar cercana. Esta iniciativa permite reforzar los sistemas de prevención y detección y, al mismo tiempo, tener información de primera mano para completar la “fotografía” del estado de este colectivo en Irun, uno de los más vulnerables en esta crisis sanitaria.

En estas llamadas se ofrecerán, si fuera necesario, los servicios reforzados (y en algunos casos activados) por el Ayuntamiento de Irun para cubrir necesidades básicas en materias como alimentación y farmacia, además de poner en marcha en su caso los recursos y ayudas que manejan los Servicios Sociales como el Servicio de Ayuda a Domicilio (SAD).

Más de 100 actuaciones

Los resultados de estas llamadas ya se pueden comprobar. Hasta la fecha, fruto de estos contactos se han realizado 113 actuaciones de apoyo que necesitaban personas mayores de 75 años que viven solas, de la mano del personal voluntario de Cruz Roja y Protección Civil.

Se trata fundamentalmente de apoyo para la compra de productos básicos, medicación o incluso ayudarles a tirar la basura. Además, entre los recursos que se han activado, el servicio de comidas a domicilio se ha ampliado a 23 nuevos usuarios.

Toda la actualidad de la ciudad durante la crisis de la COVID-19, se pueden consultar en la web municipal www.irun.org/coronavirus.