Asier Zubiria disputó el sábado su último partido como profesional. / CD Bidasoa

CD Bidasoa 33: Zubiria (15 paradas), Crowley (3, 1 p.), Kauldi (4), Renaud (2), Salinas (4), Popovic, Redondo -siete inicial-, Ledo, Cavero (1, p.), Beltza, Aldaba (1), Nonó (5), Serrano (4), Azkue (5) y Lancina (3).

Fertiberia Puerto Sagunto 26: Bruixola (8 paradas), Inestrosa (1), Pocholo (4, 1 p.), Querín (5), Spiljac (3), Prendes, Folques (4), -siete inicial-, Chueca (2 paradas), Zmvac (8), Ruiz (1), Celorrio, Nebot, Linares, Fernández y Bergantiño.

Marcador cada cinco minutos: 2-2, 6-4, 8-7, 9-10, 14-11, 16-14 (descanso); 18-15, 21-17, 23-19, 26-22, 30-26 y 33-26 (final).

Árbitros: Merino Morio y Moyano Prieto. Excluyeron a los locales Beltza y Redondo y a los visitantes Spiljac (dos veces) y Zmavc. Mostraron roja directa a Prendesen el minuto 9.

Incidencias: Polideportivo Artaleku (Irun).

Décima posición final para el Bidasoa con un balance de doce victorias, tres empates y quince derrotas en la Liga Asobal 2017-18. Los de Jacobo Cuétara despidieron la competición con victoria ante el Puerto Sagunto (33-26) en un encuentro marcado por el homenaje a Asier Zubiria al término de los sesenta minutos y las despedidas a Nonó, Redondo, Lancina y Popovic.

Los bidasotarras llevaron la iniciativa en el marcador durante casi todo el choque salvo contadas excepciones. Tras el 7-5 de Cavero desde los siete metros (minuto 12), los valencianos lograron un parcial de 1-5 que puso el luminoso favorable a los visitantes (8-10, minuto 19). Fue la única licencia que se permitieron los irundarras, que acabaron mejor la primera mitad (16-14).

Poco que rescatar en la segunda. A veinte segundos del final, Jacobo Cuétara solicitaba tiempo muerto y Asier Zubiria recibía la ovación que daba inicio a su homenaje post partido. Tras el pitido final, hubo tiempo para aurreskus por parte de su cuadrilla, un bertso cantado por Azkue y Odriozola, discurso y agradecimientos por parte del protagonista y manteo por parte de sus compañeros. El acto se cerró con la entrega de un ramo de flores y una makila por parte de la directiva.