Cristina Laborda, delegada de Movilidad, Vía Pública y Obras. / Ayuntamiento de Irun

La delegada de Movilidad, Cristina Laborda, ha dado cuenta en rueda de prensa de los asuntos tratados en la mesa de movilidad celebrada este pasado lunes en el espacio Palmera Montero. Este foro de trabajo reúne periódicamente a grupos políticos con representación en la corporación municipal y a asociaciones y colectivos ciudadanos para tratar asuntos que afectan a la movilidad de la ciudad, como los itinerarios peatonales, los carriles bici o el sistema de transporte público.

“Además de repasar los datos que el transporte público dejó en 2016 con un nuevo récord de viajeros en la ciudad, la mesa de movilidad ha estado muy centrada en hablar de los nuevos contratos de los autobuses urbanos”, señalaba Cristina Laborda. “Las líneas funcionan bien, como lo muestran los datos del año pasado, pero pensamos que pueden ir mejor. Por ese motivo vamos a plantear de cara al próximo año seguir manteniendo lo que va bien y añadir más servicios para llegar donde no llegábamos y contar así con un servicio de transporte público más eficaz y eficiente”.

Para ello, el área de Movilidad se ha marcado como objetivo protagonizar, de aquí a diez años, un cambio de época que convierta a Irunbus en un servicio de autobuses urbanos de cero emisiones, 100% eléctrico. “Después del cambio de líneas de 2012 y recuperar la tendencia positiva en el número de personas usuarias, estamos en disposición de avanzar y dar un salto apostando claramente por la sostenibilidad”, detallaba Cristina Laborda. Esta decisión traería consigo novedades importantes que fueron tratadas en la mesa de movilidad, donde se avanzaron los puntos más destacados de los nuevos contratos de autobuses urbanos que se están redactando y que deberían entrar en vigor en 2018, una vez concluya el contrato vigente.

Autobús eléctrico

“La primera novedad será la vigencia del contrato, menor que hasta ahora”. De esta forma, este nuevo contrato de servicios tendría una duración de dos años, frente a los diez actuales, con la posibilidad de ampliar a otros dos años más. Explicaba Cristina Laborda que “por prudencia y atendiendo la rápida evolución del mercado, queremos manejar con más margen y cautela los cambios que vayamos planteando”. La delegada de Movilidad confirmaba así que se trabaja en la llegada a Irun de la primera línea de autobuses eléctricos. “Está por definir el sistema que permitirá el suministro de estos autobuses y otros detalles, pero la apuesta por el transporte eléctrico es firme y la propuesta es que con el nuevo contrato la L-1 que cubre el trazado más utilizado en Irun con más de un millón de usuarios anuales se convierta en una línea eléctrica”, apuntaba Cristina Laborda.

Este cambio afectaría asimismo al formato que hasta ahora se seguía para sacar a concurso este contrato, que incluía la gestión y el suministro de los autobuses. Con estas novedades, el suministro se desliga de este contrato y pasará a formar uno nuevo a través del cual el Ayuntamiento de Irun adquiriría los autobuses eléctricos.

Nace la L-4

“Los cambios no acaban aquí”, añadía la delegada. “Cuando hablamos de que queremos mejorar aún más las líneas de autobuses que tiene Irun, hablamos de introducir aquellos cambios en los trazados actuales que hagan un servicio más atractivo a las personas usuarias”. Para eso, Cristina Laborda confirmaba que Irunbus contará en 2018 con una nueva línea, la L-4. Esta nueva propuesta recoge fundamentalmente peticiones ciudadanas, obtenidas en varios encuentros con vecinos, como por ejemplo las sesiones del programa “El alcalde en los barrios”, y permitirá conectar mejor con el centro los entornos situados en la zona oeste de la ciudad.

No obstante, el recorrido de la L-4 no se entiende sin los cambios que también tendrá la L-3. Esta última, dividida actualmente en dos columnas que van a Artía y Olaberria desde San Juan, pasaría a prestar servicio solo a Artía, con un apéndice que incluiría las nuevas instalaciones del Club de Tenis Txingudi, una vez estén reformadas y abiertas a la ciudadanía.

Por su parte, la L-4 adoptaría un trazado circular, con salida y llegada en la parada de Fermín Calbetón, con un recorrido que le llevaría a recorrer todo el paseo de Colón, Anzarán, San Miguel, la avenida de Gipuzkoa y la avenida de Euskalherria, hasta llegar a Olaberria y volver a San Juan por Urdanibia y la calle San Marcial. “Con frecuencias de media hora, este trazado busca entre otras cosas conectar mejor los entornos de Anzarán y El Pinar con el centro, una petición trasladada por los vecinos en varios encuentros; tener una parada más cerca en el ambulatorio de la avenida de Gipuzkoa, así como cubrir la avenida de Euskal Herria, que hasta la fecha, si bien pasaba por ahí el E-25, Irunbus no tenía una línea fija”.

Nueva estación

Cristina Laborda también se refería a los trabajos que desde los últimos meses viene realizando el área de Movilidad en torno a la ubicación de una nueva estación de autobuses. “A lo largo de este último año hemos analizado un estudio que comparaba dos alternativas. Por un lado teníamos una parcela en la calle Aduana de propiedad municipal que, a la luz de este estudio plantea algunas dificultades; y por otro lado los terrenos que el ADIF tiene junto a la estación de Cercanías, una opción que presenta más garantías”. Cristina Laborda anunciaba así que se mantienen contactos con el ADIF para ubicar en sus terrenos una nueva estación de autobuses en superficie. Concretamente se trata de la explanada colindante a la estación de Cercanías que actualmente se usa como parking de rotación y aparcamiento de autobuses.

Tal como confirmaba Cristina Laborda, el área de Movilidad y el ADIF han empezado a trabajar en la redacción del convenio que debería ayudar a definir las características del proyecto, así como los tiempos de ejecución. De momento, los presupuestos de la ciudad tienen ya para 2017 una partida destinada a encargar la redacción del proyecto.