La delegada de Obras, Cristina Laborda, ha visitado las ruinas del Castillo de Gazteluzahar. / Ayuntamiento de Irun

La delegada de Obras, Cristina Laborda, se ha acercado este lunes a los restos del castillo de Gazteluzahar, situado entre los barrios de Artía y Behobia. En este enclave con más de 500 años de historia, el Ayuntamiento ha informado que acometerá un proyecto de obra para conservar y poner en valor estas ruinas.

“En Irun no contamos con muchos edificios de más de 500 años y este es uno de ellos. Gazteluzahar, por su valor histórico ha sido testigo de los grandes acontecimientos que han moldeado la ciudad que conocemos. Por eso queremos hacer esta actuación que permita conservarlo lo mejor posible y mostrarlo como una de las piezas clave del patrimonio cultural de Gipuzkoa”, ha señalado la delegada.

El castillo de Gazteluzahar se erige sobre una colina a unos 41 metros de altitud, situada dominando el barrio de Behobia y el estratégico vado de Bidasoa. Junto con la ermita de Santa Elena, el palacio de Arbelaitz, la Casa Consistorial y la iglesia del Juncal, el castillo de Gazteluzahar forma parte del grupo de cinco enclaves que el Gobierno Vasco calificó como conjuntos monumentales vinculados al Camino de Santiago a su paso por la ciudad y representa una pieza clave del patrimonio cultural de Gipuzkoa.

Historia del castillo

El castillo de Gazteluzahar, de planta triangular, tuvo una breve vida activa. Fue construido en 1515 por orden del Fernando el Católico y derribado en 1542. Posteriormente fue reedificado en 1719 y asolado de nuevo en el mismo año. Fue construido para contener a la espera de refuerzos, la posible entrada de tropas francesas en Castilla.

Se trata de una construcción militar del siglo XVI; un castillo de planta triangular con un cubo de 21 m de diámetro en cada uno de los vértices y muros de 22 metros de longitud, 9 m de altura y 5 metros de anchura, construido con mampostería caliza cementada con cal y revestimiento de sillería. La fortificación poseía en la parte baja de las murallas tres troneras para su defensa que franqueaban los cubos y cañoneras en su parte superior a unos 6m de altura. Se trataba de una fortaleza modesta, pensada para ser defendida por unos 40 hombres. Actualmente se conservan 2 lienzos en toda su longitud y en gran parte de su altura. Del tercer lienzo solo se conserva en pie su extremo más septentrional, aunque se aprecia la base de la parte restante. También perdura la base de los cubos, siendo el primero de ellos el mejor conservado.

Descripción del proyecto

A la hora de proponer la intervención se ha tenido en cuenta la idoneidad de la misma en relación a los criterios aceptados en materia de conservación del patrimonio histórico artístico, recogido en la Cata de Atenas, carta de Venecia, Carta de Amsterdam o la carta de Cracovia, así como la normativa relacionada con la protección del patrimonio. Así, en coordinación con el departamento de Cultura de la Diputación Foral de Gipuzkoa se seguirá una serie de criterios de actuación, sobre todo no realizar aportaciones que pudieran desvirtuar la interpretación de la construcción original; los elementos construidos previstos son reversibles, no dañan lo que queda de ruina y ayudan a resaltar mejor su valor histórico y cultural.

Entre las tareas a realizar, limpieza de las ruinas a realizar por medios manuales (espátulas, rasqueta, paleta) eliminando de restos vegetales que existen sobre la ruina; consolidación de la ruina a base de agua con cal, apertura de troneras, recolocación de piedras caídas; acondicionamiento del interior de la fortificación: desbroce del terreno con control arqueológico, y el acondicionamiento del exterior de la ruina con la retirada de tierra en el perímetro, colocación de pavimento, y trabajos en la iluminación o la jardinería.

El proyecto, que ha sido presentado ya en el Consejo Asesor de Cultura, buscará también mejorar la relación del espacio con la ciudad; en este sentido se han tenido en cuenta la ruina como zona visitable dentro del Camino de Santiago y la posibilidad de convertirse en un mirador que ayude a entender la función de vigilancia y defensa que tenía el castillo.

Próximos pasos

El Ayuntamiento de Irun presentó un anteproyecto a la convocatoria de subvenciones para actuaciones de conservación y enriquecimiento del patrimonio histórico, con cargo a los recursos procedentes de las obras públicas financiadas por el Ministerio de Fomento, el llamado 1,5 % cultural, subvención que fue concedida provisionalmente en diciembre de 2020. La cantidad subvencionada corresponde al 50% del coste de la actuación a realizar. Para la concesión definitiva de esta subvención el Ayuntamiento debe de presentar el proyecto de ejecución, para lo que está pendiente el informe favorable de la Diputación Foral de Gipuzkoa. El presupuesto para esta actuación es de 700.000 euros.