June Sánchez Martínez de Iturrate, cantinera de Olaberria

June Sánchez Martínez de Iturrate de 20 años, cantinera de la Compañía Olaberria nos cuenta cómo está viviendo estos días previos a las fiestas.

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– Aunque ya han pasado unos días desde que fuiste elegida, ¿cómo recuerdas las horas antes de la elección y el momento en que los mandos de la compañía fueron a darte la noticia?

Las horas previas a la elección fueron relativamente tranquilas; yo estaba en época de exámenes y simplemente estaba deseando recibir el “sí” o el “no”, para poder organizar mi tiempo. Finalmente llegó la buena noticia y rápidamente me arreglé para recibir a los mandos, lo más impactante fue pensar que tanto ellos, como el resto de gente que vino, estaban ahí por mí. Y ahí estaba yo, en mitad del salón rodeada de ojos brillantes y sonrisas histéricas, me sentí muy especial.

– Tu hermana también fue elegida cantinera de la compañía Olaberría hace pocos años, ¿te está dando muchos consejos?

Han pasado 6 años desde que mi hermana fue cantinera, y me llena de rabia que no me acuerde bien de cómo fue todo. Por eso, estoy intentando tenerla lo más cerca posible y escucharla en todo lo que me dice.

– ¿Cuál de todos los preparativos es el que esperas con más ilusión?

Lo que me está haciendo mucha ilusión de los preparativos, es ver como poco a poco los espacios dedicados a estas fiestas de mi casa van creciendo: el armario con los vestidos y los zapatos, la mesa con los abanicos… Todo está cogiendo forma y estoy deseando que lleguen el traje del día 30 y el barril.

– ¿Ya has decidido quiénes van a ser tus acompañantes el día 30?

A pesar de que sea un tema que ha supuesto quebraderos de cabeza, creo que hemos conseguido ponernos de acuerdo, y estoy muy satisfecha de las personas que llevaré a mi lado. Mi padre hará todos los ensayos y los recorridos de los días 28, 29 y 30, el resto serán personas allegadas a mí, y por supuesto mi abuelo que seguro que estará conmigo, aunque no sea físicamente.

– ¿Un deseo para el día 30?

Mi deseo para el día 30 es disfrutar y hacer disfrutar. Lo que más me ha gustado de los San Marciales siempre ha sido ver la unidad del pueblo; todos vestidos de los colores, las cuadrillas reunidas, tambores que suenan de fondo, los coches subidos en las aceras y rotondas… Es algo irreal, como si el tiempo se parase por un día. Cantinera o no, simplemente ver eso me hace feliz, por eso estos San Marciales espero transmitir a mis vecinos iruneses el amor que siento por estas fiestas.