Durante los meses de verano se han acometido los trabajos del conjunto monumental escultórico de Remigio Mendiburu, perteneciente a la Colección de Bellas Artes de la Fundación. / Kutxa Fundazioa

Las obras realizadas por Remigio Mendiburu para la nueva sede de la Caja Provincial de Gipuzkoa (hoy sede de Kutxabank) son uno de elementos artísticos más reconocidos de la ciudad de San Sebastián, además de ser un hito en la trayectoria artística del escultor.

Las obras Viento del Abismo y Ruido del Abismo forman parte, junto con Gaua/noche, del conjunto escultórico que la Caja de Ahorros Provincial de Gipuzkoa encargó al escultor a mediados de los años 70 para decorar el atrio de la nueva sede central inaugurada en 1977. El compromiso de la Caja de Ahorros con el arte y los artistas de su época tuvo su reflejo en esta nueva sede ya que, además de estas, se hicieron encargos a artistas relevantes guipuzcoanos que dan un carácter especial al edificio, hoy sede de Kutxabank: El mural cerámico de Jose Luis Zumeta, las vidrieras de Rafael Ruiz Balerdi, el conjunto escultórico que abraza toda la escalera de Ricardo Ugarte, o el diseño integral de la sala Andia a Néstor Basterretxea.

Las obras

Este conjunto escultórico se puede considerar la obra más ambiciosa de Remigio Mendiburu. Son dos esculturas murales 6 x 4 x 1 metro para las que el escultor usó 10 toneladas de materia. Cada obra está constituida por cinco módulos y constan de unas 150 piezas individuales ensambladas con tubillones o espigas, técnica usada en la carpintería popular y que el escultor deja a la vista para evidenciar su función estructural, de sostén de todo el conjunto. El uso de estos tubillones se convertirá en una seña de identidad de Mendiburu.

El uso de distintos elementos hace que estas obras, como otras del mismo periodo, sean definidas por medio de su propio proceso de construcción. Las obras no están diseñadas previamente, sino que se materializan en el proceso de construcción. Tal y como señalaba el propio autor, él no trabajaba con el espacio sino con el tiempo.

En relación a la construcción por medio de elementos individuales, Juan Pablo Huercanos, experto en la obra de Mendiburu comenta lo siguiente:

“Esta idea de un cuerpo compuesto por diferentes elementos es muy evocadora incluso poética, porque remite a una manera de entender el ser estético, pero que fácilmente podemos extrapolar a otras dimensiones que nos aluden de una manera más personal. En definitiva, lo que pone en manifiesto es la fortaleza de un cuerpo entendido en su capacidad de estar unido, ligado, porque en esta escultura, cada una de las piezas se puede mantener porque se apoya en la otra, porque encuentra en la otra el sustento que le falta. Individualmente, estas piezas no son más que materia sobrante, materia de desecho. Son tremendamente frágiles, podríamos pensar que son incluso insignificantes. Pero entrelazadas entre sí, adquieren una dimensión y una energía sobrecogedora. Esta obra, nos habla de nuestra debilidad y de nuestra fortaleza, nos recuerda que todos estamos construidos a base de fragmentos”.

La restauración

Aunque la obra no tenía problemas estructurales y la madera, principal materia de la obra, presentaba un buen estado de conservación, había sufrido una serie de alteraciones dado a su proximidad al público y al tráfico rodado o su ubicación en un entorno de semi-intemperie. Dado que estas alteraciones habían causado una perdida en la unidad estética y complicaban su lectura era necesaria una intervención de conservación.

La intervención, realizada por la empresa de conservación y restauración Artyco. Arte, Restauración y Conservación, se ha basado en la recuperación de los valores plásticos del artista respetando la concepción original de la obra.

A través de los estudios y los análisis previos a la actuación se ha podido diseñar un tratamiento personalizado que proporcionan a las obras el grado de protección que aseguran su conservación futura.

A través de su compromiso con la conservación del patrimonio, Kutxa Fundazioa hace un esfuerzo por trasmitir este bien común a las futuras generaciones y siempre desde el respeto a sus creadores. El objetivo de la Fundación es construir una relación entre el arte y la sociedad para educar en el respeto y el cuidado de nuestro patrimonio.