Nerea Zaldua (i), Txomin Sagarzazu y Lide Salvador. / Ayuntamiento de Hondarribia

Este martes se ha presentado públicamente la reflexión estratégica y el impacto social que supone Arma Plaza Fundazioa, en una rueda de prensa donde han participado Txomin Sagarzazu, alcalde de Hondarribia y presidente de Arma Plaza Fundazioa, así como Lide Salvador, socia de IKEI, y Nerea Zaldua, técnica de IKEI y encargada de realizar el estudio.

Txomin Sagarzazu destacaba que “se trata de una reflexión estratégica y un estudio del impacto social que supone Arma Plaza Fundazioa, que se solicitó a IKEI tras aprobarlo en patronato. En julio se nos presentó un borrador, que lo estudiamos en el mismo Patronato el jueves pasado. Para este jueves haremos una reunión monográfica para estudiarlo y atender las preguntas que puedan surgir, para dar un paso más en el siguiente patronato. Desde hoy mismo lo vamos a publicar en la web www.armaplaza.eus ”.

“Arma Plaza Fundazioa (APF) nace con el objetivo de abordar la gestión, conservación, divulgación del patrimonio histórico-arquitectónico, natural y paisajístico de Hondarribia”, decía Nerea Zaldua.

“Después de cinco años de andadura, APF se plantea la necesidad de establecer un marco de reflexión que contraste la coherencia de las actividades desarrolladas con respecto de sus objetivos fundacionales. En definitiva, y de forma coloquial, se trata de abordar una reflexión con respecto de qué es lo que hace APF y lo que debe seguir haciendo así como qué habría que reformular o ajustar y qué le falta o necesita APF para mejorar. Se ha realizado el análisis de la actividad y se concluye que APF es una entidad en proceso de consolidación, con un gasto articulado en torno a sus tres grandes ejes fundacionales (16%, servicios generales): el mantenimiento y conservación de edificios (Centro Arma Plaza, Palacio Ramery, El Polvorín) y proyectos patrimoniales, que absorben el 26,6%. Las acciones de divulgación y difusión, representan el 30,6% de los recursos, incluyen las iniciativas ligadas a publicación de libros, diseño y realización de exposiciones, conferencias y programas de visitas. Y la promoción de actividades ligadas a estos fines representa el 27% (gestión del PIT-Hondarribia y Foro de Patrimonio)”.

“Para realizar estas actividades”, añadía Lide Salvador, “APF cuenta con un equipo de gestión integrado por tres personas a media jornada y dedicación que se completa con 13 personas con dedicación parcial (en jornada o periodos del año, como festivos y periodo estival). Este conjunto de personas y dedicaciones, en jornada anual y dedicación completa son 5,1 empleos, de los cuales, 1,5 empleos se asignan al diseño, organización y gestión de las actividades de APF, 1,8 empleos corresponden a las visitas guiadas y 1,8 empleos a la atención al visitante en el PIT-APF, éstos últimos en colaboración con Bidasoa Activa”.

Las personas atendidas ascienden a 87.401 (2016). Hay que subrayar que el PIT-Arma Plaza es el primer municipio vasco en la atención a los visitantes en Euskadi, detrás de las tres capitales, y seguido por Laguardia (82.907), Gernika (75.815) y Zumaia (48.691).

Finalmente, la tercera línea de trabajo dentro del proyecto consiste en la realización de 28-30 entrevistas (patronos, proveedores, agentes colaboradores, agentes especializados etc…) y dos sesiones de contraste (interna y externa), que aportan los elementos cualitativos de esta reflexión.

En este sentido, cabe señalar que la gran mayoría de las personas valoran APF muy positivamente y reconocen que es una herramienta ágil y eficaz en el desarrollo de iniciativas para la difusión del patrimonio de Hondarribia. Asimismo, se reconoce que es un agente integrado y reconocido en el ámbito de la gestión y difusión del valor patrimonial, que se apoya en dos aspectos clave en el desempeño de su actividad: de una parte, la capacidad de diseñar iniciativas interesantes y novedosas, como por ejemplo, “Conoce tu cuidad”, que ha acercado la realidad patrimonial a la ciudadanía y, de otra, sobre la profesionalidad de la entidad y las actuaciones que gestiona.

No obstante, también se apunta la falta de conocimiento y de proyección de la actividad de APF entre la ciudadanía y, derivado de ello, la confusión con respecto de las tareas que asume.