Calle Cipriano Larrañaga. / Oihana Sánchez

El proyecto de reurbanización de la calle Cipriano Larrañaga alcanza una de sus últimas fases con la apertura de nuevo al tráfico. “Hemos intentado agilizar los últimos trabajos para que, con la llegada de la Navidad y teniendo en cuenta que es una zona de encuentro de muchos iruneses estos días, la zona vaya recuperando su funcionamiento habitual”, señala Cristina Laborda, delegada del área de Vía Pública y Obras.

Con la apertura al tráfico, la obra estaría prácticamente terminada a falta de instalar en próximas semanas el mobiliario público previsto, como bancos y jardineras, así como unos pivotes que hasta su colocación definitiva serán sustituidos por elementos provisionales.

Cristina Laborda ha recordado que “uno de las grandes novedades, además de la peatonalización del tramo más próximo a Euskotren, es la nueva baldosa que se puede ver desde hace semanas, que más allá del componente visual que aporta su colorido, está hecha de un material especial anticontaminante que reduce la polución que generan los gases de los vehículos. Una solución más sostenible y ecológica que dará un nuevo aire a la calle”.

Con esta completa reurbanización el vial queda configurado como una calle con un carácter de prioridad peatonal. Para ello se ha ampliado la acera izquierda en sentido de subida hasta una anchura de 4 metros, y la acera derecha a un mínimo de 2 metros, al alojar este lado zonas reservadas a carga y descarga y los contenedores de recogida selectiva de basuras.

Esta actuación ha tenido un presupuesto de 854.382,74 euros y un plazo de ejecución de 7 meses.