José Antonio Santano, alcalde de Irun. / Ayuntamiento de Irun

El alcalde, José Antonio Santano, ha anunciado que enviará desde el Ayuntamiento una petición formal a Kutxabank para solicitarles que estudien formulas que garanticen una mínima atención personalizada en los barrios de Anaka y Larreaundi donde la entidad ha cerrado las sucursales que tenía.

“Entendemos que hay una reorganización de los servicios y que esto lleva a algunos cambios, pero vamos a proponerles algunas medidas, como un servicios con cita previa algunos días a la semana a modo de oficina antena para que se pueda seguir atendiendo presencialmente a los vecinos de estos barrios”. Santano se suma así a las peticiones de la asociación de vecinos de Anaka que solicitaba “una solución intermedia” ante el reciente cierre de las oficinas en el barrio.

Kutxabank cerró hace tiempo la oficina de Larreaundi que ha estado abierta en el intervalo de las obras de los despachos centrales de la entidad en el paseo de Colón, y ha sumado ahora el cierre de la sucursal de Anaka. En ambas se mantienen, de momento, los servicios de cajero automático para diferentes operaciones bancarias, pero sin presencialidad. Cabe recordar que la población de estos barrios en importante, más de 5000 vecinos en Anaka y algo más de 4200 en el entorno de Larreaundi.

El primer edil irunés lamenta que en ambos casos se trate de las únicas oficinas bancarias que existían y que ello obligue a las personas de estos barrios a desplazamientos para atenciones personales, que en el caso especialmente de los mayores, no siempre son del todo cómodos.

José Antonio Santano incluirá en la petición a Kutxabank que se replanteen, también, la reciente eliminación del cajero que la entidad tenía en la estación del Topo en Belaskoenea “y que era de gran utilidad para los vecinos de este barrio” y que se sumaba a la desaparición del que había en Ficoba.

El alcalde recordaba, así mismo, las declaraciones ayer de la Ministra Calviño que aseguró que “La digitalización tiene que ser un proceso humanista que ponga a las personas en el centro y no puede dejar fuera a una parte de la sociedad”. La vicepresidenta se reunió hace dos semanas con las asociaciones bancarias y les dio un plazo de un mes para tomar medidas que eviten la exclusión de los mayores, enfrentados solos a los cajeros y a las aplicaciones digitales, mientras que se les limita la atención presencial, que es con la que más cómodos se sienten.

Por su parte en Irun se trabaja ya en un plan para mejorar algunos servicios a los mayores y garantizar siempre la presencialidad o la atención telefónica. Así por ejemplo, recientemente el SAC estableció un servicio para la obtención del pasaporte Covid. También se están teniendo en cuenta peticiones, como las que han llegado desde el movimiento de Pensionistas de Txingudi, para mejorar algunas informaciones urbanas como las de las paradas de autobuses para facilitar su lectura por parte de toda la población.