Rafa González Merino, posa en la plaza de San Juan junto a la imagen de Patxo Rodríguez. / Martín Tellechea

Rafa González Merino es un irundarra de los pies a la cabeza que lleva el Alarde de San Marcial en la sangre. Ha escrito libros y numerosos artículos. Desfila en la Compañía Ama Shantalen, donde llegó a ser alférez. Desde hace tres años está inmerso en una nueva aventura, la revista El Joló, con información detalla sobre las fiestas de nuestra ciudad.

– ¿Qué le llevó a plantearse la necesidad de sacar a la venta una revista como El Joló?

Desde pequeño en mi casa siempre estaba presente la revista Bidasoan, ella fue mi primer contacto con la historia de Irun, ver las cantineras, a los generales y tantas otras cosas que se narraban sobre historias de Irun. Esta revista desapareció y dio paso a otras del mismo corte con diferentes títulos, Bidasoatik, Bidasoaldea… y creo esencial que al menos en el mes de junio tengamos una revista cultural sobre la fiesta en sí, además de otras informaciones relacionadas con la ciudad.

– Los inicios fueron duros, pero vamos ya por la tercera edición, ¿el proyecto se va asentando?

Como dices, el inicio fue duro y lo es cada año, en el primer número puse dinero propio que no recupere, lo podía hacer y lo hice, y me compensó el esfuerzo al ver el resultado en papel. En Irun afortunadamente tenemos a unas personas que, como yo, sin haber tenido nada que ver con estudios de historia, somos aficionados a la historia local, lo cual nos permite preparar artículos de todo tipo. Pero sin duda, el mayor mérito es de los colaboradores económicos, los publicistas… sin ellos El Joló no estaría en la calle.

– ¿Qué va a poder encontrar la gente que se haga con un ejemplar de El Joló?

Aún siendo una revista que sale prácticamente con motivo de las fiestas de San Marcial, como en cada numero, el índice es muy variado. Este año es número par y con ese motivo la Sociedad Filatelica y Numismática del Bidasoa emite un sello sobre las compañias de Buenos Amigos y Uranzu, esto es motivo para poner en sus páginas un poco de historia de esas compañias, las cantineras siempre están presentes y en este número están las de 1968 por su 50º aniversario, las de 1993 por su 25º aniversario y las de 2018 que están de enhorabuena y felices de la vida. El salmón del Bidasoa, un interesante artículo de Los chapelaundis del Bidasoa, donde comparten una receta de cocina muy nuestra como la “tortilla irunesa”, plato que también se puede leer en la pagina web de la Kofradia de Anaka. La costumbre de chiquitear y la peculiaridad de llamar al vino “chopera”.

– ¿Algún artículo en especial que le gustaría destacar o que haya que leer con atención?

El primer artículo de la revista, en la página 6, es de mi querida amiga Sagrario Arrizabalaga Marín, ella es licenciada en Historia, autora de muchas publicaciones y actual responsable del archivo municipal de Irun. Lo titula “Los Sanmarciales eran así” y en él da una preciosa historia pero al mismo tiempo varias líneas más de investigación, pues se habla de unas piezas musicales de las cuales en una de ellas aparecen unas frases musicales que coinciden con nuestra Diana de Villarrobledo, y lo curioso de esto es que está dentro de una marcha militar de la legión extranjera francesa, dentro de su actual repertorio. Ya he tirado de ahí un poquito y aparece otra obra, una obertura para ópera y que al menos ya esta fechada en 1797. Me parece un trabajo excepcional a la vez que muy interesante sobre todo en el apartado musical, que desterrará otras afirmaciones. Durante este año seguramente aparecerán mas cosas.

– El Joló es una revista anual que sale con motivo de las fiestas de San Pedro y San Marcial. ¿Se plantea editarla en otras épocas del año?

Sería lo ideal. La revista Bidasoan sacaba cuatro números anuales: Udaberri, Irungo Jaiak, Hondarribiko Jaiak y Eguberri. Eran otros tiempos, donde las cosas tenían su precio en pesetas, y ahora con el euro las mismas cosas valen o cuestan tres veces más. También tenían publicidad y dinero particular, pero yo no tengo ese potencial. Si me gustaría poder sacar un numero en Navidad, hay también muchas historias de la comarca para contar, pero se necesita dinero, y todos estamos en una situación difícil, así que ni se me ocurre abusar de los colaboradores económicos. Igual algún año, el 5º, a modo de aniversario, un numero especial, pero me suena raro El Joló en Navidad. Ya veremos.

– La revista lleva ya unos días a la venta, le habrán llegado ya las primeras críticas y valoraciones. ¿Qué le dice la gente?

Las opiniones son siempre de buen talante, muchas felicitaciones y mucha alegría, pues al tener fotografías antiguas y modernas los iruneses encuentras la casa de sus abuelos, a sus padres de jóvenes bailando en el fotos hasta ellos mismos, una revista local tiene eso, que salen anécdotas por decenas. Me paran por la calle para ampliar ese artículo con sus historias, llegan cosas relacionadas por mail, ahora por el whasapp, etc., pero este número está gustando más que los dos anteriores, hay un buen trabajo de maquetación, el fenómeno es Carlos Sanz, al que vuelvo loco quitando y poniendo una y otra vez, pero esa idea de él de poner fotos grandes y de calidad es un acierto. Además, se implica y busca fotos acorde a los títulos y las sobreimpresiona con el texto, lo que la hace muy atractiva y moderna, y eso es un factor importante para el lector. En cuanto a las críticas, siempre hay alguna, pero yo creo que hasta con buena intención, a veces oímos tantas veces la misma cosa que pensamos que esa es la verdad. Yo siempre me centro en las historias documentadas, que confirmo dos o tres veces y por diferentes medios o al menos lo intento, pero siempre cito el origen de la información, libro, documento o archivo, de esta manera no faltas a la verdad y si alguien tiene dudas tiene donde confirmar ese error cometido. Todo esto es la suma de un trabajo bien hecho por parte de todos y de buena acogida por parte de todos los lectores.