Borja Olazabal, delegado de Deportes, Movilidad y Desarrollo Sostenible. / Ayuntamiento de Irun

Subido a un autobús eléctrico del L-1, el delegado de Movilidad Borja Olazabal ha dado cuenta del balance de actividades del servicio de transporte público de autobuses urbanos durante el 2021. Además, ha dado cuenta de los retos del área de Movilidad para este año destacando el proceso de electrificación de la línea 2 Ventas-Centro.

“Los datos del 2021 y comienzos del 2022 reflejan que las cifras de viajeros/as van volviendo a la normalidad después de los peores momentos del impacto de la covid-19. Estamos muy cerca de regresar a los datos prepandemia. Si a estas alturas hablábamos el año pasado que habíamos bajado un 34%, a lo largo del 2021 hemos recuperado una parte muy importante. En cualquier caso, hablamos de que los autobuses de la ciudad son una opción atractiva para el desplazamiento de los irundarras, además cada vez más sostenible gracias a nuestra apuesta por una movilidad de cero emisiones”, señalaba Borja Olazabal.

En detalles, el servicio de transporte público urbano contabilizó 1.424.446 viajeros/as. Ese registro se queda aún por debajo del récord absoluto de actividad desde que se contabilizan estos datos en la ciudad que se tiene desde el año 2019 (1.790.089 viajeros/as), pero ya por encima de las del 2020, que fue de 1.171.417 pasajeros/as. De 2020 a 2021 subió la cifra total un 21,6%.

Línea por línea, y con respecto a 2020, el recorrido Zaisa-Hospital concentró como es habitual la gran mayoría de los usuarios de transporte público en Irun con casi un millón (988.823 viajeros/as), un 23,1% más, o lo que es lo mismo, 186.279 viajes más. La L-2 Centro-Ventas subió en este caso un 17,9% tras contabilizar un total de 328.123 viajes, 50.026 más que el curso anterior.

La L-3 sumó 60.063 viajeros, lo que supuso un 20,8% más de uso con respecto a los datos de 2020. Por su parte, la L-4 en su tercer año natural completo de funcionamiento cerró con 40.489 viajeros/as, por los 34.632 del 2020, es decir un 16,9% de aumento.

El Gautxori es la única línea que baja más debido a las restricciones en la movilidad nocturna; este servicio se despidió del 2021 con 948 pasajeros (hasta junio no se recuperó el servicio); esto es un 35% menos si lo comparamos con el balance de hace un año. Estos datos que ha recogido el área de Movilidad incluyen la cifra de actividad del servicio de transporte rural a demanda, que cuenta ya con 9 años de trayectoria en Irun, seis de los cuales funcionando de forma ininterrumpida, esto es, también en agosto. En 2021 este autobús registró en doce meses 3.310, un aumento de viajeros de 578, una subida del 21% respecto al 2020.

Un 90 % eléctrico a futuro

Borja Olazabal también ha recordado los retos que afronta el área en Irunbus, que pasan por seguir impulsando la movilidad sostenible en la ciudad. Concretamente, la Junta Local de Gobierno aprobaba la semana pasada la contratación de la fabricación, y suministro de cuatro autobuses urbanos eléctricos de 12 metros, instalación de un sistema de carga rápida en la cabecera de la L-2 (parada de bomberos), y de un sistema de carga lenta en cocheras. También se incluye el contrato de mantenimiento de todos los sistemas de carga rápida, también llamada de ‘oportunidad’, para todo el servicio de Irunbus, incluidos los de las paradas de Zaisa y Hospital. El presupuesto total es de 3.176.129 euros.

Se trata de toda la infraestructura necesaria para convertir la L-2 (Ventas-Centro) en una línea 100% eléctrica. El proyecto cuenta además con ayudas europeas por valor de 1.250.000 euros (800.000 euros para la compra de los autobuses y 450.000 euros para el sistema de carga). Unido a Irunbus, hay que recordar que las ayudas europeas también destinarán 342.000 euros para la digitalización y modernización del equipamiento de embarcado de los autobuses, un proyecto que la Junta de Gobierno ya dio luz verde recientemente. Cabe recordar que la Les 100% eléctrica desde 2019. La L-2 es la segunda más importante en número de usuarios.

El delegado de Movilidad también ha señalado otras líneas de trabajo abiertas por el área, fundamentalmente todo el proyecto para arrancar con la transformación del centro de Irun en zona de bajas emisiones y el nuevo Plan de Movilidad Urbana Sostenible, que recientemente presentó su diagnóstico. Este plan representa la hoja de ruta del Ayuntamiento “para seguir dando pasos y siendo pioneros en la puesta en marcha de iniciativas que permitan a la ciudad estar preparada para combatir los efectos del cambio climático”, añadía Olazabal.