Candidatura ganadora, sin la presencia de Gurutz Aginagalde, que disputaba ese día su último encuentro como profesional del balonmano. / Fernando de la Hera

Este pasado domingo se cumplió un año de la victoria de Gurutz Aginagalde en las elecciones que celebró el Club Deportivo Bidasoa para elegir presidente en sustitución de José Ángel Sodupe, que meses antes había anunciado su renuncia a volver a presentarse tras 16 años en el cargo. Aquel 24 de noviembre de 2018, tras casi 20 años sin un proceso electoral, acudieron 731 socios a ejercer su derecho a voto, un 85% de la masa social del club, dato histórico, obteniendo la candidatura encabezada por Gurutz Aginagalde 468 votos frente a los 256 votos de la candidatura encabezada por Iñaki Emaldi. Se emitieron 7 votos nulos en una jornada un tanto atípica, ya que entre medias el equipo disputó partido de Liga Asobal contra el Bada Huesca.

La candidatura encabezada por Gurutz Aginagalde, integrada por Javier Zuazua, Asier Zubiria, Gorka Wamba, Ainhoa Isarch, Igor Barandiaran, Olatz Tamayo, Urko Iturralde, Rubén Fraile, Oihana Sánchez y Jurdan Arretxe, celebraba la victoria en el propio polideportivo Artaleku sin la presencia de Aginagalde, que aquel día disputaba su último partido de competición oficial con su por entonces equipo, el BM. Logroño La Rioja.

Sanear la economía

Los primeros meses de trabajo del nuevo equipo gestor fueron encaminados a ir resolviendo la deuda que el club arrastraba, encargándose una auditoría externa y poniendo las bases para una nueva gestión económica. En julio la asamblea de socios aprobó un incremento del presupuesto de un 45,4% con respecto a la cuenta de resultados de la temporada 2018-2019, lo que supondrá que las previsiones de ingresos ascenderán a 1.195.589 euros, frente a los 822.234 euros con los que se cerró el último ejercicio. Este crecimiento se fundamentó en dos pilares: uno, en la participación del Bidasoa-Irun en la VELUX EHF Champions League; y otro, en el incremento de la partida de patrocinios, tanto de empresas que ya están vinculadas a la entidad como de la incorporación de nuevas firmas al proyecto bidasotarra.

Las elecciones tuvieron lugar el 24 de noviembre de 2018. / Martín Tellechea

La prioridad en lo deportivo: abordar las renovaciones

Una de las primeras prioridades del nuevo equipo gestor en el plano deportivo fue abordar las renovaciones de los puntales del equipo, que han ido sucediéndose de manera escalonada a lo largo de los últimos meses. Así, Thomas Tesoriere renovó hasta junio del año que viene. El pivote llegó a la disciplina bidasotarra en verano de 2018 procedente del Handball Bagnols Gard Rhodanien francés y continuará vestido de amarillo hasta 2020. Leo Renaud también renovó hasta 2020. El lateral de Amiens regresó a la disciplina bidasotarra en 2017 procedente del Caen francés, cuatro años después de su salida del club irundarra tras la 2012-2013. El capitán, Iker Serrano, renovó hasta 2021, tras regresar a la disciplina bidasotarra en 2016 procedente del Mulhouse francés, trece años después de su salida del club irundarra. El canterano Iñaki Cavero también extendió su contrato hasta esa fecha. Cavero debutó con el primer equipo en la Euskal Kopa de 2013 cuando cumplía su primer año en la categoría juvenil. Los últimos en renovar han sido Jon Azkue y Kauldi Odriozola. Ambos hasta 2023. El central oriotarra se incorporó a la disciplina bidasotarra en la temporada 2011-2012, cuando llegó procedente de la extinta JD Arrate, con la que debutó en la Liga Asobal en 2011, cuando era juvenil. El lateral de Zumaia se incorporó a la disciplina bidasotarra en la temporada 2015/2016, cuando llegó procedente del Pulpo KE.

Jacobo Cuétara, hasta 2022

El preparador asturiano se incorporó a la disciplina bidasotarra en la temporada 2016-2017, cuando llegó procedente del Villa de Aranda, que entrenó durante tres temporadas después de haber formado parte del Ademar de León entre los años 2001 y 2013, donde fue segundo entrenador desde 2005. En estas tres temporadas al frente del banquillo bidasotarra, el Bidasoa-Irun ha concluido 11º, 10º y 2º, puesto que no lograba desde 1994; mientras que regresó a la Copa Asobal, donde fue subcampeón 26 años después. El técnico riosellano seguirá en Irun hasta 2022.

Las incorporaciones

Dos han sido los fichajes de cara a la nueva temporada. El primero en anunciarse fue el del pivote brasileño Matheus Francisco da Silva, mientras que el segundo, el del famoso lateral derecho que todo el mundo esperaba para contar con dos jugadores por puesto como mínimo, se hizo esperar. Finalmente fue el serbio Miloš Orbović el elegido, que poco a poco está entrenando en la dinámica del equipo, aportando goles en ataque y dando respiro también en la defensa amarilla.

El club suma nuevos patrocinios

El primer patrocinador anunciado, antes incluso de que se celebrasen las elecciones, fue GO fit, cadena líder de su sector con más de 220.000 abonados en 18 centros deportivos entre España y Portugal, en los que emplea a cerca de 1.000 personas. En estos doce meses han ido incorporándose nuevas firmas: Vertiz Ford, Bodegas Altanza, Residencial Bideosoa o Bidassoa Basque Brewery, que ha sacado a la venta la cerveza Arana, en homenaje al club.

El acuerdo con Hondarribia Eskubaloia

Tal y como el propio Aginagalde anunció durante la campaña electoral, la idea del nuevo equipo gestor desde el principio fue volver a estructurar un tronco común al que se incorporara Hondarribia Eskubaloia. La rúbrica y la puesta en escena de ese acuerdo se llevó a cabo en el polideportivo Hondartza, con presencia de los delegado de Deportes de los ayuntamientos de Irun y Hondarribia. El acuerdo recoge que los clubes de balonmano de Hondarribia e Irun seguirán manteniendo su independencia y personalidad, y dentro de una estructura deportiva podrán inscribir a jugadores a lo largo de la campaña según las necesidades de cada uno, como suele suceder en un mismo club.

La ilusión por la Champions League y los 25 años de la Copa de Europa

La vuelta a la competición continental no ha pasado por el momento factura al equipo. Este pasado sábado, tras empatar en Artaleku contra el Sporting Club de Portugal, el Bidasoa-Irun se aseguraba la primera plaza del grupo C de la VELUX EHF Champions League. De hecho, el equipo entrenado por Jacobo Cuétara ya conoce al rival al que se enfrentará en el play-off, el Orlen Wisła Płock. La eliminatoria, con enfrentamiento de ida y vuelta, se disputará en febrero: del 19 al 23 se jugará la ida en tierras polacas y del 26 de febrero al 1 de marzo, el choque de Artaleku.

Por delante queda además los actos que se organicen para celebrar los 25 años de la consecución de la Copa de Europa. De momento el club ha abierto en redes sociales perfiles específicos y ha creado un grupo de trabajo para diseñar un programa de actividades.