Laborda y Páez. / Ayuntamiento de Irun

El delegado de Urbanismo, Miguel Ángel Páez, y la delegada de Obras, Cristina Laborda, han ofrecido este martes una rueda de prensa para dar a conocer los trabajos puestos en marcha por parte del Ayuntamiento de Irun para seguir ejecutando la Ronda Sur tras la apertura, en diciembre de 2021, de la primera fase entre Oñaurre y el convento de Egiluze.

“Siempre hemos defendido que para que la Ronda Sur tuviera el efecto debía ir hacia el Este de la ciudad buscando los barrios de Artia y Behobia. El Ayuntamiento está haciendo ya su parte para abordar la segunda fase, pero necesitamos que la Diputación Foral de Gipuzkoa, como administración competente cumpla con su compromiso adquirido con la ciudadanía irunesa, máxime teniendo en cuenta el déficit histórico en carreteras que padece la ciudad”, señalaba Miguel Ángel Páez.

Por su parte la delegada de Obras añadía que “con la primera fase terminada encargamos la redacción del proyecto de segunda fase y estamos viendo alternativas del trazado. Vamos a seguir dando pasos pero necesitamos en paralelo la disponibilidad económica por parte de la Diputación. Ya conocen esta actuación, y hemos pedido una segunda reunión para seguir avanzando en estas cuestiones. No vamos a pedir nada que no se haya hecho ya en otros casos; solicitamos para Irun lo mismo que se ha anunciado hace muy poco para otras ciudades de nuestro entorno”.

Situación actual

El objetivo final de la Ronda Sur es la consolidación de un nuevo itinerario que mejore la accesibilidad a los barrios situados en la zona Sur y Este de la ciudad (Larreaundi, Parte Vieja, Dunboa, Artia y Arbes) sin tener que utilizar el viario urbano.

Una vez finalizadas las obras de la 1ªfase de la Ronda Sur, con objeto de mejorar el tráfico de acceso y salida de la ciudad, evitando los tráficos de paso por el centro urbano, se procedió a encargar la redacción del proyecto de la 2ª fase, que comprende el tramo desde el convento de Egiluze hasta la calle Dolores Salis.

Analizados los primeros estudios, el Ayuntamiento plantea una alternativa que conlleva una menor complejidad constructiva y una adaptación ambiental más amable. Asimismo este trazado implicaría reducir la afección al entramado urbano generando menos tráficos; dicho de otra forma, permite segregar mejor los tráficos urbanos de los de penetración, disminuyendo de esta forma los tráficos de paso por el centro urbano. Esta solución ya anticipa además la línea que debiera seguir fases posteriores de la Ronda Sur para responder al objetivo final de mejorar los tráficos y los accesos a la ciudad.

Este trazado reduciría el coste total de la operación (fase 2 y 3) de los 33 millones previstos en un principio a los 24,2. Como han explicado en rueda de prensa, la operación requeriría una modificación del Plan General una vez diseñado definitivamente el trazado.

Desde el Ayuntamiento de Irun se ha solicitado ya una reunión a la Diputación foral de Gipuzkoa para abordar este proyecto y analizar cauces de colaboración en base a las competencias forales. Cabe señalar que la primera fase tuvo un presupuesto de 7.048.544,04 euros de los cuales 6 millones fueron financiados por la Diputación Foral de Gipuzkoa. Además, el proyecto incluyó la conexión con la avda. Euskal Herria desde Txenperenea con un presupuesto añadido de 1.167.151,77 euros que financió el Ayuntamiento.