Aitor San Martín.

Aitor San Martín Sagarzazu. 23 años. Estudiante de medicina, toca el violín desde los 8 años y tiene un canal de YouTube llamado Xanmar production en el que aprovecha para colgar vídeos de humor. Siempre le han atraído las artes escénicas y desde hace años encontró en la lectura y en la escritura una buena manera para trabajar la imaginación y expresar todo lo que siente. Acaba de presentar en el CBA su primera novela, de título Asesino entre pupitres:

– ¿Por qué decide dar el paso de escribir Asesino entre pupitres?

Buena pregunta. La idea comenzó hace años. Hasta entonces solo había escrito unos cuantos poemas, pero de pronto, se me ocurrió una historia: una historia que se repitió varias veces en mi mente y que cada vez tomaba mayor forma. Entonces, me dije: ¿por qué no lo escribo y de esta forma me olvido del asunto? Y así lo hice. Empecé a escribir el relato cuando tenía 18 años, pero según avanzaba en la trama, veía la necesidad de darle forma para que resultara una obra lo más completa posible. Casi tres años después, he dado por concluída esta aventura.

– Estudiante y escritor… ¿cómo se compagino lo de sacar tiempo libre para escribir con estudiar?

Es verdad que estudiar en la universidad requiere de mucho esfuerzo y sacrificio. Además, en una carrera como la de medicina, debes aprender a escoger bien cuáles son tus prioridades. No obstante, veo tan fundamental aplicar muchas horas de estudio como el mantenerte sano mental y emocionalmente y, en gran medida, la escritura me ha ayudado a conseguir ese objetivo. Todas las horas que pasé en el bus desde Irun a Leioa me ofrecieron la oportunidad de idear nuevos detalles que más tarde añadí en el libro.

– Sin darnos muchos detalles, cuéntenos con qué nos vamos a encontrar…

Creo y espero que cualquier persona a la que le apasionen los libros de misterio, policías o de novela negra va a encontrar esta novela interesante. Decidí ambientar esta historia en mi ciudad natal, Irun, para darle mayor realismo y dado que transcurre en un entorno estudiantil, no se me ocurrió mejor lugar que se basara en el colegio en el que estudié: Txingudi Ikastola. Asimismo, la novela me ha dado la oportunidad de ahondar en temas más complejos como la violencia de género, el bullying o la cultura de la apariencia, entre otros. Si te gustan las novelas en las que el final te toma por sorpresa o en las que no conoces al culpable hasta la última página, te recomiendo leerla.

– ¿Cómo llega usted hasta la editorial Seleer?

Una vez que terminé el libro sentí la necesidad de compartir mi trabajo y busqué las editoriales que más se ajustaban a este género. Las primeras respuestas no fueron positivas o simplemente no llegaron, ya que resulta tremendamente complicado que una editorial de renombre se interese por publicar la obra de un desconocido. Es un riesgo y una editorial, como cualquier otra empresa, no quiere enfrentarse a una eventual pérdida económica. Afortunadamente, la editorial Seleer depositó confianza en este proyecto y he visto cumplido un sueño.

– La comarca está dando en los últimos años muchos escritores, además muchos de ellos han comenzado en este mundo también hace relativamente poco tiempo. ¿Alguna referencia o alguien a quién haya consultado o de quien haya recibido consejo?

Pienso que el haber leído tantos libros de este tipo de autores como Agatha Christie, Dolores Redondo, Eva García Sáenz de Urturi, Camilla Lackberg, Donna León, María Oruña, etc., me ha servido para ser un lector crítico y poder aplicar esa experiencia en esta novela. Si he de nombrar a una persona que me ha inculcado la pasión por la lectura desde pequeño, esa es sin duda mi madre. Siempre estaré agradecido por descubrirme este mundo tan maravilloso que es la literatura. Debo dar gracias también a los profesores, amigos y a todos aquellos que me han apoyado en este camino.

– ¿Tiempo a partir de ahora para estar más relajado o pensando en nuevas historias?

Nunca hay que caer en la rutina y dedicarse a un solo ámbito. Por esa razón, busco nuevas metas y la más próxima es poder convertirme en pediatra, pero sin dejar de lado la escritura. Esta vivencia me anima a seguir relatando nuevas historias de Gorka Arnaiz: el protagonista de la novela Asesino entre pupitres. La segunda novela está en proceso y espero que al igual que mi primer libro cause una buena sensación en el público.