Contenedores en la calle Virgen Milagrosa de Irun. / Oihana Sánchez

La tasa de reciclaje en la comarca del Bidasoa creció el año pasado hasta el 48,5%, lo que supone casi dos puntos porcentuales más que en el ejercicio 2016, acercándose, cada vez más, al objetivo establecido por la Unión Europea de alcanzar el 50% en 2020. Cuanto más se recicla menos residuos son enviados al vertedero, así, el volumen recogido de fracción resto (contenedor verde) descendió un 5,3% respecto al año anterior, (de 23.264 toneladas se ha pasado a 22.018 toneladas) lo que lleva directamente aparejado un ahorro económico y un beneficio medioambiental.

Según se desprende del balance de recogida de residuos urbanos 2017 realizado por Servicios de Txingudi, la subida en las tasas de reciclaje sigue estando marcada por la evolución del contenedor de recogida de materia orgánica. El año pasado se recogieron 2.618 toneladas de restos orgánicos, nada menos que un 40% más que durante el año anterior.

Cabe recordar que en 2017 se introdujo el sistema de “control de uso efectivo” del contenedor marrón mediante una tarjeta magnética que permite aplicar la tarifa más económica a quienes realmente reciclan la materia orgánica. Sin duda, este ha sido un factor que ha favorecido una actitud activa de la ciudadanía y ha elevado las cifras de recogida de esta fracción.

Otros reciclables

Además de la materia orgánica, otras fracciones de residuos (salvo pilas y aceite doméstico) han registrado en 2017 subidas respecto al año anterior contribuyendo al aumento general. A continuación se señalan los principales indicadores: