Txomin Sagarzazu, alcalde de Hondarribia. / Ayuntamiento de Hondarribia

El alcalde de Hondarribia, Txomin Sagarzazu, ha emitido un nuevo bando municipal, una vez conocidas las nuevas restricciones anunciadas por el Gobierno Vasco. El bando, que reproducimos a continuación de manera íntegra, dice lo siguiente:

“Me dirijo nuevamente a la ciudadanía a través de este Bando para comunicar de forma oficial la publicación en el Boletín Oficial del País Vasco de hoy, día 6 de noviembre de 2.020, del DECRETO 38/2020, de 6 de noviembre, del Lehendakari, de modificación del Decreto 36/2020, de 26 de octubre, por el que se determinan medidas específicas de prevención, en el ámbito de la declaración del estado de alarma, como consecuencia de la evolución de la situación epidemiológica y para contener la propagación de infecciones causadas por el SARS-CoV-2.

En esta Norma, de obligado cumplimiento desde las 00:00 horas del día 7 de noviembre de 2020, se recogen nuevas medidas dirigidas a conseguir la contención del contagio de la enfermedad producida por el COVID-19.

Los datos son claros. La enfermedad continúa propagándose sin control, y de forma generalizada entre toda la población. La asistencia sanitaria se ve gravemente afectada. Corremos el riesgo de que los medios personales y materiales de nuestro sistema sanitario, pese a su encomiable trabajo, no puedan satisfacer todas las necesidades que se les requiera. No se trata de una visión catastrofista, sino de la tangible realidad de los hechos.

Es una evidencia indiscutible que las medidas adoptadas son muy duras, especialmente para el sector de la hostelería, al que en este momento se le exige un especial y directo esfuerzo profesional y personal. Pero tal dureza es consustancial a la necesidad y urgencia de limitar los escenarios de propagación del virus.

El sacrificio que representa para las actividades afectadas el obligatorio cumplimiento de las medidas adoptadas, debe hacernos ver al resto de la ciudadanía que tenemos que poner todo cuanto está en nuestras manos, para adaptar nuestras conductas y actitudes a la consecución del objetivo colectivo de limitar y reducir en todo lo posible los momentos, condiciones y circunstancias del desarrollo de nuestras vidas, que puedan constituir un riesgo de contagio. Así debemos acatar y cumplir de forma personal actos como: llevar puesta la mascarilla correctamente siempre y en todo lugar; mantener una distancia social de seguridad sanitaria de al menos un metro y medio entre personas; lavarnos las manos con asiduidad; reducir nuestras relaciones sociales y familiares, y siempre sin superar el número de seis personas; atender y cumplir las medidas sanitarias correspondientes al desarrollo de cualquier actividad; etc.

Seamos responsables y solidarios. En manos de cada uno de nosotras y nosotros está el que las personas que ahora se ven afectadas directamente por las medidas adoptadas, puedan recuperar lo antes posible el desarrollo profesional y personal normal de sus vidas. Desviarnos de este camino significaría, no solo agravar la situación actual de las personas afectadas, sino, además, dar lugar a la necesidad de tomar nuevas medidas, con nuevas limitaciones, más gravosas, y para más sectores. Tengamos presente siempre que la propagación del virus no se somete a ninguna regla, salvedad o excepción. Todas las personas estamos en continuo y permanente riesgo de contraer la enfermedad, con las consecuencias y efectos personales que nos puedan afectar, pero también de ser transmisores de ella a nuestros contactos diarios, sean familiares y amigas o amigos o no, con particular peligro para quienes por edad o estado de salud, pueden incluso ver comprometida su vida.

Tomemos conciencia de todo ello. Asumamos el compromiso personal y colectivo de hacer cuanto esté a nuestra personal disposición para revertir la actual y grave situación de la pandemia. Seamos conscientes de que la afección de la enfermedad y sus efectos no solo están directamente aparejados al hecho de padecerla. Es evidente que la propagación de la enfermedad afecta también gravemente a las personas que no la han contraído físicamente, y que se ven perjudicadas por las medidas que es necesario adoptar para cortar su descontrolada propagación”.