El alcalde de Irun, José Antonio Santano, ha informado del encargo de la redacción del proyecto para la naturalización del canal de Dunboa. El primer edil destacaba esta iniciativa porque “supone dar continuidad a los avances ya producidos en el ámbito de Korrokoitz para su renovación. El canal es un elemento singular y muy relevante en la nueva ordenación que se plantea para seguir dando pasos en la Parte Vieja de la ciudad”.
El Plan Especial de Korrokoitz se aprobó por Pleno a finales del año pasado y entre sus consideraciones figura el mantener la traza del canal de Dunboa como elemento definidor de la estructura urbana al que se deben abrir las edificaciones que surjan como resultado de la nueva ordenación. De esta forma se da paso a considerar la franja de terreno paralelo al canal como espacios libres de la red de dotaciones locales.
A destacar, el canal representa un elemento singular de especial relevancia que, formando parte de la ciudad, es único y diferenciador. La ordenación refuerza su identidad al dotarle de un paseo de borde que contribuye a dar continuidad a los itinerarios peatonales entre el río Bidasoa y el barrio de Olaberria.
El alcalde ponía en valor los aspectos positivos que acompañan a esta actuación y que están relacionados con criterios sostenibles, traducidos en la transformación que supondrá el pasar de ser un canal a una regata, entre otras cosas, actuando en parte de la estructura de hormigón en una configuración más natural y vegetal acorde al espacio. Igualmente esta intervención abre la puerta a mejorar la capacidad de respuesta de la regata en periodos críticos de inundabilidad, ya que hay que recordar que se trata de una zona afectada por los ciclos de mareas y crecidas del río. En detalle la redacción del proyecto cuenta con un presupuesto de 51.030 euros y está adjudicado a Asmatu, S.L. con una duración de 5 meses.
Próximos pasos
La siguiente fase es acometer los proyectos de urbanización y reparcelación algo que se espera para este 2023 y, a continuación, los movimientos de derribo y arranque de lo que está llamado a ser “una revolución para revitalizar la Parte Vieja de Irun”.
