Lurdes Zubeldia Garaño y Mercedes Iridoy Olascoaga recibirán la Insignia de Oro de la Ciudad del año 2016. El Ayuntamiento de Hondarribia considera que representan la contribución realizada por el bien de la sociedad por parte de las mujeres de Hondarribia a lo largo del siglo XX y principios del XXI. En su caso, en el ámbito de la organización, de la convivencia, de la expresión y de la creación.
Lurdes Zubeldia (Hondarribia, 1923)
Nació en el barrio de La Marina, en el seno de una familia de nueve miembros. Tuvo que exiliarse a causa de la guerra y vivió su juventud en Ciboure. Trabajó en una fábrica de conservas y cuidó de su madre y de su tía. Tras la muerte de ambas, trabajó en París durante varios años. Volvió a Hondarribia y contrajo matrimonio con José Ignacio López, con quien tuvo cuatro hijos.
Zubeldia ha plasmado sus vivencias y reflexiones por medio de narraciones, poemas y canciones. Su gusto por la música y su facilidad para inventar melodías viene de familia, ya que su abuelo, su padre y sus dos hermanos tocaron el txistu. Zubeldia ha sabido recoger las historias, vivencias y formas de hablar de muchos vecinos, por medio de sus textos. Reunió gran parte de ellos en el libro “Nere sukaldetxoan”, publicado por el Ayuntamiento de Hondarribia en 2006.
Mercedes Iridoy (Hondarribia, 1924)
Ostentó el cargo de alcaldesa entre 1973 y 1977. Los propios concejales la propusieron para el cargo, tras la salida de Pedro Aguinagalde. Fue una propuesta inusual, debido al papel que se les tenía reservado a las mujeres en la época y teniendo en cuenta también que Iridoy no había tenido vinculación alguna con la política. Sin embargo, decidió aceptar.
Tuvo que hacer frente a grandes retos, en una época de enorme convulsión política y en la que el Ayuntamiento de Hondarribia sufría una grave situación económica. Pero consiguió superar los obstáculos e impulsó el crecimiento de la ciudad. Llevó a cabo importantes proyectos, como el instituto Pedro Aguinagalde o el ambulatorio de Itsas Etxea. Mercedes Iridoy vivió los momentos más duros durante las fiestas del año 1976, con la muerte de Jesús Mari Zabala. Tras los trágicos sucesos, presentó su dimisión. El pueblo de Hondarribia le brindó un sentido homenaje.
