“La COVID-19 ha provocado un nuevo escenario que ha impactado en la vida de los centros educativos. Esto ha supuesto una importante inversión en tiempo, medios materiales y personales para garantizar la salud mediante la prevención de toda la comunidad educativa. Pero, sobre todo, ha abierto en nuestros centros un análisis que ha obligado a repensar y desaprender muchos de los contextos y acciones en los que veíamos trabajando en los últimos años”, explica Leyre Jiménez, Responsable de Innovación Educativa del Egiluze Taldea.
La situación actual resulta preocupante en todos los foros educativos ya que puede dejar de lado retos como la comunicación, la colaboración por proyectos y en Egiluze Taldea se han propuesto convertir esto en una oportunidad para poner estos objetivos en valor. “Nuestros docentes sienten una preocupación por el alumnado y quieren sacar lo mejor de cada uno”, nos comentan. De esta manera, han desarrollado una estrategia educativa para continuar con la implantación de metodologías activas que contribuyan a un aprendizaje que ayude a las personas a ser más competentes. Tienen claro que hay que diferencia distanciamiento social y distanciamiento sanitario y que hay que seguir impulsando la cooperación entre los alumnos.
Con el fin de eliminar las barreras y dificultades de comunicación que generan el uso de mascarillas y el mantenimiento de la distancia de seguridad especialmente con alumnado con necesidades educativas especiales y de los ciclos de infantil, el profesorado de Egiluze utiliza mascarillas transparentes homologadas. Además, ha puesto en marcha en las diferentes etapas la iniciativa ‘Arnas gelak’ (aulas de respiro), espacios habilitados para llevar a cabo actividades educativas en grupos reducidos y también al aire libre.
Las máscaras transparentes homologadas permiten atender las necesidades del alumnado con dificultades de audición y de dicción, facilitando la lectura de los labios y la transmisión de diferentes expresiones faciales. Además, permiten que los más pequeños vean el rostro de sus educadoras generando así confianza y favoreciendo el apego entre educadores y bebés.
Egiluze Taldea, a través de su directora en Bizkaia, Ainhoa Castañeda, colabora con ULERTUZ (Asociación especializada en ayudar a las Familias, Amigos y Amigas de Niños y Niñas Sordas de Bizkaia) en la sensibilización y búsqueda de las mascarillas comunicativas que ahora se utilizan en los colegios del grupo. “Debemos cumplir las medidas de protección sanitaria sin perder de vista las capacidades que necesitará nuestro alumnado, entre ellas las competencias comunicacionales y relacionales, y para ello debemos asegurar el trato cercano y fluido del profesorado con el alumnado, y también entre los niños y niñas”, explica Castañeda.
Además, están orgullosos de haber fomentado de aulas de respiro “arnas gelak” en sus colegios. Han adecuado sus instalaciones para poner en marcha estos espacios adyacentes a las aulas convencionales que permiten dividir al alumnado en dos grupos de manera que el distanciamiento sea el adecuado y se garantice a su vez una buena acústica.
Varias de estas aulas se han ubicado en espacios exteriores, favoreciendo el contacto con el medio natural y la salud: “Durante el confinamiento los niños y niñas pasaron mucho tiempo en casa y en la actualidad se siguen dando este tipo de situaciones; de ahí que en Egiluze estemos reforzando el trabajo al aire libre, que además ofrece grandes oportunidades de aprendizaje”, añade Cristina Jareño, directora de Errenteria, centro pionero desde hace 3 años en integrar la pedagogía verde desde los 0 a los 16 años.
La apuesta por la salud, el bienestar y el aprendizaje enlos espacios exteriores en conexión con la naturaleza iniciada ya hace 3 años se consolida con firmeza y cobra especial relevancia en el actual contexto de nueva normalidad en la que la necesidad de entornos escolares y espacios saludables de desarrollo se hacen imprescindibles.
En Egiluze Ikastetxea el aprovechamiento educativo y el disfrute del espacio exterior natural es una realidad consolidada en la que es habitual ver al alumnado aprendiendo matemáticas en la zona verde, cuidando vegetales en su huerto, practicando las fases lunares o realizando tertulias dialógicas en el aula exterior.
Egiluze Taldea tiene presencia en Errenteria, Hondarribia, Bilbao y Santurtzi y lo integran más de 170 profesionales que trabajan para más de 1000 familias. Combina la experiencia de ma´s de 160 años desde que inauguró su primer colegio en Euskadi con la innovación pedagógica y, sobre todo, con el trato familiar y el seguimiento personalizado porque su lema principal es #etxeanbezala.