El grupo tenía previsto viajar a Portugal y Salamanca en un principio entre el 31 de marzo y el 5 de abril.

Un grupo de más de medio centenar de alumnos de Talaia BHI de Hondarribia tenía pensado realizar un viaje a Portugal y Salamanca a comienzos de abril de este año. Hasta aquí todo normal. La cosa cambia cuando la pandemia de la COVID-19 les obliga, primero, a retrasarlo a septiembre y, después, a anularlo. Aquí empiezan los problemas con la agencia de viajes con la que tenían contratadas esas vacaciones. Hemos hablado con ellos.

– Ustedes tienes programado un viaje y, de la noche a la mañana, con la pandemia provocada por la COVID-19, se les cae. Los problemas llegan cuando nos les quieren devolver el dinero…

Sí. El viaje estaba programado para seis días (del 31 de marzo de 2020 al 5 de abril). Dos días íbamos a ir a Lisboa (Portugal), otros dos a Oporto y uno a Salamanca. En total, íbamos a ir 60 personas, 56 alumnos y 4 profesores. Una de las profesoras, que además formaba parte del grupo de dirección, organizó el viaje, ella se encargó de todo, de contactar con varias agencias y demás. El viaje lo organizamos con bastante tiempo de antelación, de hecho, lo empezamos a organizar a los pocos meses de empezar el curso 2019/20. Empezamos a mirar diferentes destinos como Alemania y Alsacia, pero, finalmente, nos decidimos por Portugal y Salamanca, ya que en años anteriores fueron allí sin problema y tuvieron una experiencia muy buena.

Por otro lado, el dinero para poder irnos de viaje de estudios lo conseguimos por nuestra cuenta, ya sea vendiendo bocatas, pintxos, sandwiches… en el bar del instituto, vendiendo rifas creadas por la profesora y miembros de dirección y yendo al programa Gure Kasa de Etb 1 en dos ocasiones.

– ¿Qué paquete os ofrece exactamente la agencia?

Como bien hemos dicho antes, una profesora contactó con varias agencias, que nos ofrecieron varias opciones, pero, al final, decidimos empezar a organizar el viaje con Denatravel, ya que, tanto el modelo de viaje que nos ofrecían, como el precio, se ajustaban a lo que estábamos buscando, además de que en años anteriores también realizaron el viaje con esta agencia. Dentro del precio del viaje estaban incluidos: un transporte en autocar, los gastos de alojamiento y pensión completa del chófer, varios alojamientos, actividades, seguro integral, teléfono 24h y 4 gratuidades para profesores acompañantes. Además, en el contrato ponía que dentro del precio nos incluían boletos de ayuda a la financiación del viaje y no fue así, ya que nunca llegamos a recibir esos boletos.

Por otra parte, pagamos un seguro de anulación del viaje y no nos ha servido para nada.

– Cuando salta la pandemia, ¿qué pasos siguen?

Al principio, cuando empezó todo esto de la COVID-19, no nos imaginamos ni mucho menos que llegaríamos a la situación en la que estamos actualmente. Así que decidimos dejarlo tal cual lo teníamos planeado. Al cabo de unos días de cuarentena, hablamos entre nosotros y atrasamos el viaje a septiembre con la intención de que cuando volviésemos al instituto, la primera semana nos fuéramos de viaje. La profesora habló con la agencia para proponerles otras fechas (las de septiembre) y aceptaron sin problema. Sobre junio, cuando el Gobierno Vasco nos prohibió hacer actividades el siguiente curso en las que pernoctáramos, nos vimos obligados a cancelar el viaje. Llegados a ese punto, acudimos a ACUBI (Asociación de Consumidores y Usuarios del Bidasoa) para pedirles ayuda con la recuperación de la mayor cantidad de dinero, ya que al no cancelar el viaje por gusto creíamos que sería lo más sensato, que nos devolvieran la mayor parte de lo que pagamos, por el hecho de que esta pandemia era y es una situación excepcional.

– El instituto siempre les ha apoyado…

Desde el principio, al ser un viaje de estudios, hemos tenido el apoyo de una profesora del centro que se encargó de llevar a cabo todo, ya que ella estaba al día sobre todo de las decisiones que fuimos tomando y era la que se encargaba de encaminar nuestro viaje y poder llevarlo a cabo. Al ver como iba todo este asunto del coronavirus y después de que el cole hablara con el Departamento de Educación del Gobierno Vasco y estos les informasen de que en el curso 2020/2021 no se podrían hacer viajes donde se pernoctara fuera, nos vimos obligados a cancelarlo.

– ACUBI remitió una queja y no se le hizo caso. Tengo entendido que va a volver a intentar reclamar a la agencia…

Nos dijeron que volverían a intentar hacer otra reclamación, pero le dijimos que la agencia estaba muy negada y que no serviría de nada, por el hecho de que ya habíamos escrito dos reclamaciones, una la escribimos en nombre de ACUBI y otra en nombre de la asociación de madres y padres de nuestro instituto. Sin embargo, esta agencia no quería como intermediario ni a ACUBI ni a la asociación de madres y padres, solo querían hablar con el centro, es decir, con nuestro instituto.

Además de recurrir a ACUBI, que nos está ayudando mucho y estamos muy agradecidos, fuimos al Departamento de Turismo (Kontsumobide) y allí nos dijeron que no estábamos obligados a aceptar los bonos (uno de 22,64 euros y otro de 27,90 euros de los 2 hoteles) que es lo que nos han querido dar en todo momento junto con 120,75 euros, (que es muy poca cantidad), de los 270 euros que llegamos a pagar. De los 2 bonos solo nos reembolsarían uno el 31 de diciembre de 2021. Además, nos cobran unos gastos de gestión de 98,71 euros por alumno (56 alumnos) de los que se han solicitado las facturas correspondientes tanto por un padre a nivel personal como por la asociación de padres y madres del centro, y que no nos quieren dar.