Lourdes Larraza.

La Diputación Foral de Gipuzkoa ofrece todos los días datos de la evolución de la COVID-19 en el territorio, con especial atención a su incidencia en la población más vulnerable. El pasado 19 de marzo, la portavoz foral, Eider Mendoza, daba a conocer los primeros casos positivos en residencias de personas mayores y centros para personas con discapacidad, seis de ellos en el centro que Uliazpi tiene en Zubieta. Hablamos con su directora, Lourdes Larraza Quilez.

– El 19 de marzo la Diputación Foral de Gipuzkoa informaba de los primeros casos en el centro. ¿Cómo saltan las alarmas?

Tras unos días en los que algunos usuarios del centro (inicialmente 6) presentaban sintomatología variada y compatible con COVID-19, se les realizó la prueba PCR el 17 de marzo, conociendo el resultado positivo en COVID-19 el 18 de marzo. A partir de ese momento se puso en marcha en el centro un protocolo y un módulo de aislamiento para las personas usuarias positivas. Este posible escenario ya se había trabajado previamente en un documento que nos había enviado el Departamento de Política Social de la Diputación Foral de Gipuzkoa y que se adaptó a la realidad del centro. Inmediatamente se notificó la situación al Departamento de Política Social.

A su vez, se puso en marcha el protocolo existente para la detección de posibles positivos entre los profesionales que habían estado en contacto directo los 15 días anteriores y se detectó que 6 cuidadores eran positivos. Posteriormente, como ya sabes, fueron 5 usuarios más del mismo módulo los que también se habían contagiado.

Han sido días muy duros, en los que los miedos, la angustia, la incertidumbre… eran las compañeras de viaje. Además, no teníamos ninguna experiencia en situaciones como ésta y las noticias que diariamente llegaban eran de lo más desalentador. Afortunadamente hoy podemos decir que están curados, que ya se ha levantado el aislamiento, que los trabajadores se han ido incorporando al trabajo según se han ido recuperando y que hemos salido reforzados de esta situación. Además, se ha trabajado dándolo todo, hemos dado todos y cada uno de nosotros lo mejor y desde luego si algo nos ha enseñado esta situación es que en una organización como Uliazpi todos somos necesarios.

– Entiendo que el trasvase de información y la relación con las instituciones es constante en estos momentos…

La relación es muy fluida actualmente y lo ha sido también desde el momento en que saltan las alarmas de que el coronavirus podría llegar. De hecho, en Uliazpi, ya trabajamos y pusimos en marcha desde finales de febrero y primeros de marzo las medidas de higiene y protección indicadas desde Osakidetza y junto al Departamento de Política Social de la Diputación Foral de Gipuzkoa trabajamos en la planificación y organización de diferentes y posibles escenarios.

Asimismo, previo al 18 de marzo (que tuvimos la confirmación de los casos positivos en coronavirus), ya se habían adoptado en el centro, una serie de medidas acordes a las decisiones y recomendaciones de dicho departamento: limitación de las visitas a una persona y una hora máximo (que posteriormente se suspendieron), suspensión de la asistencia al centro por parte de los y las usuarias que vienen al centro de día, limitación primero en participantes de actividades grupales en el centro y posterior suspensión, supresión de actividades en espacios comunitarios que conllevó posteriormente al confinamiento, mantenimiento de la modulación (la permanencia fija en módulos) tanto de usuarios como de profesionales… entre otras medidas que se han ido adoptando y ajustando a la realidad de cada fase que estamos viviendo.

La colaboración y la coordinación es imprescindible en estos momentos y en ese sentido tengo que decir que ha sido buena, constante y hemos obtenido respuestas cuando lo hemos necesitado: Osakidetza, el Departamento de Política Social, la OSI Bidasoa…

– ¿Cuántos internos hay en estos momentos y cuánto personal?

En el centro actualmente están viviendo 69 usuarios (de un total de 71), ya que 2 familias decidieron llevarles a sus casas. Habría que sumarle 16 personas más que vienen de lunes a viernes al servicio de atención de día pero que actualmente no están viniendo y están en sus casas. Esta semana pasada les hicieron las 2 pruebas: PCR y serología a todos los usuarios que no habían pasado el coronavirus y los resultados de todos han sido negativos. En cuanto al personal, en el centro trabajamos aproximadamente 82 personas de diferentes categorías profesionales y unas 12 personas de otros servicios. A todos se nos han hecho también la doble prueba y aún no tenemos todos los resultados, pero de los que vamos sabiendo, también están siendo negativos. ¡Buenas noticias!

– ¿Qué medidas de protección se están llevando a cabo?

En este momento, en un escenario en el que no tenemos casos sospechosos ni positivos, se están manteniendo en el centro las medidas de protección que recomienda Osakidetza, las más importantes: extremar las medidas de higiene y lavado de manos con jabón y con gel hidroalcóholico, tomar la temperatura de todas las personas que entran en el centro, los profesionales tienen que extremar el cuidado con la ropa de trabajo (diferente a la que se trae puesta de la calle y ésta se lava en el centro), uso de móviles y otros objetos personales restringido, se trabaja con los EPIs de protección básica (mascarilla quirúrjica y guantes), se lleva una frecuencia mayor de limpieza del propio centro, y también se están llevando a cabo desde el departamento medidas de limpieza y desinfección semanalmente realizadas por los bomberos y una empresa del sector.

En cuanto a la organización del día a día de los y las usuarias, continuamos en situación de confinamiento, mantenemos una normas estrictas con respecto a mantener la modulación, tanto de usuarios como del personal y seguimos sin recibir visitas. Tenemos que frenar el virus, que no vuelva a entrar en el centro, aunque tengamos que seguir con las restricciones.

– Se habrán visto obligados a cambiar hábitos y rutinas. ¿Cómo afecta esto a los internos?

Nos ha cambiado totalmente la actividad, las rutinas. Ha sido como un tsunami que arrasa con todo orden y organización establecida. Lo que vale hoy ya no sirve para mañana.

Los cambios en las rutinas y las restricciones, además fueron muy rápidos, sin mucho tiempo para explicarles lo que pasaba y que ellos lo entendieran. Pero a pesar de todo, se han adaptado bien, aunque ahora ya, como a todos, se les está haciendo muy largo todo este periodo de confinamiento.

Tenemos que realizar otro tipo de actividades, pero con muchas limitaciones porque estamos muy acostumbrados a tener actividades variadas y con mucha presencia en la comunidad, que en la situación actual, llevamos tiempo sin poder realizar. Hacemos paseos por el centro a turnos y tenemos la suerte de disponer de unos jardines estupendos que hemos empezado a disfrutar con el buen tiempo, pero también esto lo hacemos con restricciones de que no se junten con otros compañeros. En fin, esperamos que acabe pronto.

– La relación con las familias, si cabe, será más estrecha en situaciones como ésta…

Lógicamente, en una situación como ésta y con el agravante de que no pueden venir a ver a su familiar (hijos, hermanos, etc.) ni llevarles a casa los fines de semana, como algunas familias solían hacer hasta ahora, la solicitud de información, de saber qué está ocurriendo en el centro, de conocer cómo se encuentran… es mucho mayor. Desde el centro nos hemos ido adaptando progresivamente para mantener una relación y comunicación directa con las familias y poder informarles periódicamente de la situación del centro y de sus familiares.

Actualmente y con la experiencia que hemos ido adquiriendo en este último mes, y con una situación más estable y positiva en el centro, en este aspecto hemos ido mejorando. Hemos activado también hace unas semanas las videollamadas entre las familias y sus hijos/as, hermanos/as y también les enviamos pequeños vídeos o fotos. Todo lo que ellos nos solicitan para intentar paliar y sobrellevar la falta de contacto directo, siendo conscientes de que no es lo mismo que el contacto directo, los besos, los abrazos… Lo que hacemos ahora no puede sustituir esto.

– En redes sociales hemos podido ver un vídeo de internos y trabajadores dando las gracias por el apoyo recibido. Es la otra cara de la moneda, la de la solidaridad, el compañerismo y el reconocimiento…

La verdad es que la idea de hacer un vídeo fue como respuesta y agradecimiento a todas la muestras de cariño, apoyo y ánimo que habíamos ido recibiendo a lo largo de este mes de nuestros compañeros y usuarios de otros centros. Hemos estado acompañados desde el primer momento y eso se valora enormemente en momentos tan duros y dificiles. Desde el minuto uno toda la organización se volcó con nosotros.

También quiero aprovechar estas líneas para agradecer todos los gestos solidarios de particulares y empresas de la zona: Clínica Veterinaria Txingudi, Almacenes Iturria, Obrador Arakistain, Cofradía de Pescadores, Monopatines JART, Dentista Marina Presedo, Institutos de formación Bidasoa, Don Bosco, Plaiaundi… y otras organizaciones como DYA, el cuerpo de bomberos de Lesaka… que nos han traído desinteresadamente material como mascarillas, gafas y pantallas que en los primeros momentos eran difíciles de conseguir.

También nos trajeron de forma desinteresada de Pizzeria L´vecchia pizzas para que cenaran todos los usuarios y trabajadores del centro, en estos momentos tan difíciles para ellos, con las dificultades que tienen para salir adelante… encontrarte con estos gestos de solidaridad y generosidad, es increíble.

– También hemos visto como la guardia municipal de Hondarribia, la Cruz Roja o parte de la flota de Autocares Diez se acercaban al centro a darles ánimos…

Hasta que no te encuentras en una situación así no te das cuenta de lo que vale una llamada, un gesto, un WhatsApp… y los últimos gestos de la Udaltzaingoa y Cruz Roja de Hondarribia, de Autocares Diez… han sido como una inyección de optimismo para todos. No sabemos cómo agradecer todos estos gestos recibidos… no tengo palabras para definirlo… solo sentimientos de gratitud y agradecimiento.