Las obras avanzan a buen ritmo. / Ayuntamiento de Irun

El alcalde de Irun, José Antonio Santano, y la delegada de Obras, Cristina Laborda, han visitado la primera fase de la reurbanización de la calle Ermita, en marcha desde el pasado mes de abril. Se trata concretamento del tramo donde confluyen la ermita Santa Elena, la fuente y la primera línea de casas hasta el puente del canal.

El alcalde explicaba que “la renovación de esta calle es una actuación esperada e importante porque se trata de un lugar con gran significado histórico y que forma parte del núcleo de esta Parte Vieja que estamos mejorando estos años, más recientemente la calle Santa Elena. Ermita es una de las calles emblemáticas que vamos a renovar de forma integral para adaptar cuestiones como la accesibilidad, unos espacios más amplios y zonas amables”.

Estado actual de la obra

Entre las tareas ya ejecutadas, se ha estado trabajando en el tramo que comprende los números 4 y 14 de la calle Ermita, donde se han renovado las infraestructuras de saneamiento y agua potable, e igualmente se han completado los servicios de energía eléctrica, telefonía y alumbrado público. Se ha comenzado con la repavimentación desde la Ermita y se va avanzando a lo largo de la calle hasta llegar al número 14.

Una vez llegados a este punto con la pavimentación, se comenzará con el resto del ámbito entre este número 14 y la fuente de Santa Elena, donde también están previstos unos trabajos de mejora y de recuperación de algunos aspectos degradados en este elemento histórico.

Objetivos del proyecto

Los trabajos previstos incluyen, entre otros, la peatonalización de la zona, renovación de los acabados y pavimentos, renovación de infraestructuras y mobiliario urbano, renovación del alumbrado y distribución de zonas ajardinadas. Cabe recordar que el proyecto contó con un proceso de participación con los vecinos/as del entorno. La propuesta busca la integración del área en el casco histórico de la ciudad y, en este sentido, los criterios de actuación se corresponden con los establecidos en el Plan Especial de Rehabilitación del Casco Antiguo de Irun del que forma parte la calle Ermita.

Se está buscando así destacar los elementos de interés de la zona y realzar su monumentalidad mediante los acabados, el alumbrado y una configuración espacial que permita una adecuada visibilidad. El planteamiento se guía para ello por criterios de sostenibilidad, perspectiva de género y accesibilidad universal.

Siendo una de las principales prioridades del proyecto la de otorgar al peatón el protagonismo que le corresponde en la vía pública, el punto de partida ha sido la generación de un espacio de coexistencia en toda la longitud del área de actuación. Se busca generar una calle en la que haya espacio para otros usos además del de la circulación, como el paseo, la contemplación, el descanso y la interacción social. Se asegura la existencia de itinerarios accesibles, seguros y cómodos para todas las personas usuarias, a todos los portales, monumentos y servicios.

Configuración de los espacios

La calle debe, por un lado, conservar la función de acceso rodado de doble dirección desde el cruce con el puente de Santa Elena hasta el comienzo de Ibaieta Ibilbidea. Por el otro, garantizar accesos peatonales accesibles a todos los portales de las viviendas existentes, así como a la Ermita-Museo y a la fuente histórica. Está situada, además, al borde del Canal Dunboa, cuya presencia en conjunto con el arbolado existente le añade también cierto interés paisajístico.

Debido al ancho reducido de la calle en la mayor parte de su desarrollo, es necesario optimizar el espacio disponible. Se está generando un parterre continuo en toda la largura de la calle junto al muro que da al canal, de manera que los árboles existentes queden unidos por una generosa franja verde y estén protegidos de la circulación. Entre los árboles se alternarán los bancos para sentarse a su sombra. El parterre se está ampliando en su encuentro con el puente de Santa Elena para absorber el desnivel existente y generar una zona ajardinada. El espacio restante, de un mínimo de 4m de ancho a excepción de en el encuentro con Ibaieta Ibilbidea, se destina a la zona de coexistencia de vehículos y peatones. En la zona de la fuente Ama Xantalen, donde la calle tiene más anchura, se marca la zona de coexistencia con pilonas para proteger las zonas exclusivamente peatonales. Esta limitación, unida a la definición de la sección tipo y a la selección de los materiales de pavimentación, favorecerá la reducción de la velocidad de los vehículos.

En esta zona más ancha se crea además una franja ajardinada formada por dos parterres entre la zona de coexistencia y la acera junto al antiguo molino, que contribuye a la integración ambiental y separa en cierta manera al tráfico rodado de los dos edificios singulares situados al final de la calle. Se adecenta también la zona ajardinada adyacente a la fachada oriental de la fuente Ama Xantalen y se realizan trabajos de restauración en la misma, como la renovación de la cubierta o la limpieza de sus muros.

El proyecto cuenta con un presupuesto de 643.480,25 euros y la empresa adjudicataria es Urbycolan, S.L. Cabe destacar que esta para actuación se ha solicitado ayudas financiadas por la UE y el programa Next Generation EU.