El delegado de Bienestar Social, Sergio Corchón, y la responsable del servicio de atención primaria, Mila Holgado. / Ayuntamiento de Irun

El delegado de Bienestar Social del Ayuntamiento de Irun, Sergio Corchón, y la responsable del servicio de atención primaria, Mila Holgado, han explicado este viernes una serie de cambios introducidos recientemente en este departamento.

“Un ayuntamiento es la primera puerta que toca la ciudadanía cuando se encuentra con algún tipo de problema social. Los servicios sociales, a través del área de atención primaria, se encargan de recibir a estas personas y prestarles todo el apoyo posible. En ese sentido, hemos introducido algunos cambios en el funcionamiento interno del departamento, con el objetivo de fortalecer la acogida y mejorar la atención de estos casos que, en ocasiones, pueden requerir de una rápida intervención”, explicaba Sergio Corchón.

Tal como detallaba el delegado, el nuevo servicio de atención primaria reparte su equipo de trabajadoras sociales en varios ámbitos de actuación, en función de la edad de las personas que requieran alguna atención. Por un lado, las personas mayores de 65 años serán atendidas por cuatro trabajadoras sociales; “aquí está el primer cambio, porque antes tomábamos la edad de referencia en los 60 años. Ahora, para adaptarnos a la normativa que regula el acceso a las prestaciones de las personas mayores, por ejemplo acceso a centros residenciales, la edad de referencia son los 65”, explicaba Corchón.

Otro grupo serán las personas menores de 65 años, para las que están asignadas 5 trabajadoras sociales. En este ámbito de actuación se encuentra una profesional que se dedica en exclusiva a tratar los asuntos ligados a casos de riesgo de pérdida de vivienda. Por último, se refuerza con cuatro trabajadoras todos los casos relacionados con riesgo de desprotección en menores, “un terreno muy específico que requiere una atención quizás más prolongada en el tiempo y al que hay que hacer un seguimiento especial”, añadía el delegado.

Una trabajadora social será la encargada de recibir en primera instancia a las personas que se pongan en contacto con Servicios Sociales, para después asignarle al grupo específico que atenderá sus necesidades. Tal como señalaban sus responsables, para llevar a cabo esta reorganización interna, se ha contado con la llegada de dos trabajadoras sociales más.

Ganar en coordinación con otros centros

Sergio Corchón subrayaba que con estos cambios “se busca en definitiva que quien acuda a los servicios sociales tenga una respuesta lo más rápida posible. Creemos que con el nuevo sistema fortalecemos la atención social que podemos ofrecer a las personas que peor lo estén pasando de una forma más directa, eficaz y específica”.

Con esta nueva organización se pretende igualmente ganar en coordinación con aquellas entidades con las que habitualmente se trabaja a la hora de atender algunos casos. “Además de estar en disposición de atender mejor cada situación, creemos que vamos a poder llevar una mejor coordinación con aquellas entidades con los que habitualmente trabajamos y hacemos una labor común, como son los centros de salud, recursos para personas mayores, las escuelas y entidades del tercer sector”, señalaba Mila Holgado.

Desde el área de Bienestar Social el siguiente paso es ver cómo evolucionan estos cambios y cómo afectan al servicio, “siempre con vistas a mejorar y con la intención de ir reforzando paulatinamente aún más si cabe con más personal esta atención. Es nuestro compromiso a corto plazo para garantizar todo lo posible nuestro apoyo social a las personas que peor lo están pasando “.