Los nuevos socios. / Hiruzta Bodega

Hiruzta Bodega celebró el pasadolunes una nueva edición del Club Hiruzta. Fue un emotivo homenaje a los nuevos socios, los jugadores de balonmano Gurutz y Julen Aginagalde, Ana Martín, referente en el mundo de la enología y enóloga de Hiruzta, y José Rodríguez Tarín, director del Hotel Wellington de Madrid y vicepresidente 1º de la Asociación Empresarial Hotelera de Madrid.

La jornada comenzó recordando que hace 10 años comenzó el sueño de la familia Rekalde. Un sueño que consistía en recuperar el cultivo y la elaboración de txakoli para Hondarribia, cuna de la variedad autóctona con la que se elabora el txakoli, la Hondarrabi.

“10 años después seguimos trabajando con la misma ilusión, afrontando nuevos retos, que pasan por situar a Hiruzta como un referente del enoturismo vasco. Seguimos y seguiremos comprometidos con la defensa de uva autóctona, con el respeto a nuestro patrimonio cultural y con la gastronomía y el turismo de calidad” explicaba Ana Lluch, responsable de Marketing de la Bodega.

El homenaje a Ana Martin fue uno de los momentos más bonitos de la jornada, figura fundamental en el proyecto Hiruzta y considerada como una de las mejores enólogas del país, ha acompañado a Hiruzta desde el inicio del proyecto. El equipo de Hiruzta quiso reconocer su incansable labor en poner en valor y defender la cultura de vino en general y el txakoli en particular.

Desde Madrid llegaba José Rodríguez Tarín a recibir un merecido homenaje, ya fue reconocido por toda una vida dedicada a la defensa de la gastronomía, el turismo de calidad y el patrimonio cultural. Iker Zubia, destacaba en nombre de la bodega que “durante su amplia trayectoria profesional ha demostrado el amor por las cosas bien hechas y una continua búsqueda de la excelencia, valores que defendemos y compartimos.”

Gurutz y Julen Aginagalde fueron reconocidos, no solo por su amplísimo palmarés deportivo, sino que desde la bodega destacaron también su compromiso con la gastronomía de Hondarribia y en concreto con el txakoli de Hiruzta. Valores como el esfuerzo, el trabajo en equipo, el respeto al origen, a las raíces, están en la esencia de este homenaje, que los hermanos Aginagalde recibieron con mucha emoción; Gurutz tomaba la palabra para destacar “la importancia del valor de la familia, y su agradecimiento con un homenaje tan auténtico.”

A través de la creación de este Club en 2013, Hiruzta quiere agradecer y reconocer el trabajo de personas, establecimientos e instituciones que comparten los valores de la bodega. Personas que realizan una gran labor por mantener las tradiciones, la cultura, la gastronomía y representar a Hondarribia por todo el mundo.

El Club Hiruzta se ha convertido en un espacio de encuentro entre personas que comparten los mismos valores y una misma filosofía de trabajo; un club de amigos unidos por la pasión por la gastronomía y el turismo de calidad, y por el amor por el mundo del vino y del txakoli.

Entre los asistentes al evento, además de la familia Rekalde y todo el equipo de Hiruzta, se encontraban otros socios del club, como Luir Irizar, Restaurante Alameda, Bar Sardara, Solbes Gourmet, Bar Enbata, Bar Yola Berri, representantes de Arraun Elkartea y de la rederas de Hondarribia.