Ayuntamiento de Irun. / Martín Tellechea

El alcalde, José Antonio Santano, ha comunicado hoy que el saludo oficial de las Fiestas de San Pedro y San Marcial 2018 correrá a cargo de Asun Casasola, madre de Nagore Laffage Casasola, que perdió la vida a manos de Diego Yllanes hace ahora 10 años tras negarse a mantener relaciones sexuales con él.

José Antonio Santano explicaba que especialmente con todo lo ocurrido “Nagore se ha convertido en un símbolo de lucha por la libertad de las mujeres. Por el derecho a decir no y ser respetada. Su madre mantiene el recuerdo permanente a la valentía de Nagore aquel 7 de julio a decir no y de la denuncia de una injusticia de que aquello le costara la vida”. El alcalde ha asegurado que ya ha trasladado a Asun la noticia y que ha tenido días para pensárselo antes de decir que sí. “Sé que lo hace por Nagore, por justicia y por mantener viva la llama del recuerdo de su hija como símbolo de la reivindicación de las mujeres y de su derecho a la libertad de decir NO”.

El alcalde de Irun mostraba su convencimiento de que “Asun es la persona más adecuada este año para que en el contexto que estamos viviendo, en el comienzo de nuestras fiestas sepamos lanzar un mensaje de libertad respeto y convivencia”.

El alcalde ha trasladado ya al resto de portavoces su decisión y ha hablado también con el alcalde de Pamplona Joseba Asirón para invitarle al saludo oficial del día 23 y para coordinar con él los posibles actos de homenaje del 7 de julio a Nagore en ambas ciudades.

Santano ha explicado que este es un año especial en el que se cumplen 10 años de lo ocurrido y que el 7 de julio está previsto recordar a Nagore de una forma especial en Irun. También ha explicado que el Ayuntamiento de Irun estará presente en el homenaje de este domingo y que ya han trasladado a los ciudadanos que proponían dar el nombre de Nagore al parque que se construirá en Juan Wolmer la disposición del Ayuntamiento de Irun a hacerlo.

Nagore, un símbolo

Hace ahora diez años, en los Sanfermines de 2008, José Diego Yllanes acabó con la vida de Nagore Laffage. Ella tenía 20 años y era enfermera en la Clínica Universitaria. El era licenciado en medicina y ejercía de psiquiatra en el mismo centro. Se encontraron en las calles de Pamplona la noche del 7 de julio. Él la llevó hasta su casa y allí intento abusar de ella. Nagore se resistió y le costó la vida.

Un jurado popular condenó a Diego Yllanes por homicidio, no por asesinato. El tribunal popular argumentó que el condenado no aprovechó la indefensión de Nagore. Además, le aplicó cuatro atenuantes (confesión del delito, arrebato, intoxicación etílica y reparación del daño) y una sola circunstancia agravante de abuso de superioridad. La condena fue de 12 años y 5 meses.