Samuel Grijalba. / Martín Tellechea

Samuel Grijalba Francés comenzó a desfilar con 14 años tocando el txibilito en la Compañía Real Unión, a la que sigue unido y donde desfila con la escopeta cuando le toca rotar en la Batería de Artillería. Ingresó en la unidad en 1994, con 23 años reciémn cumplidos, desfilando por primera vez en 1999 con su hermana Ainhoa. Es artillero titular desde 2010 y ha desempeñado el puesto de sarjento acompañante en 2017 y 2019. Desde este domingo es el nuevo capitán de la Batería de Artillería, sustituyendo en el cargo a Agustín Camarero.

– ¿Cómo recuerda el día de la elección?

No tuve nervios el día de la elección. Sabía que la cosa estaba muy igualada y estaba tranquilo. Si salía bien perfecto y si no salía bien pues no pasaba nada. El secretario de la Batería de Artillería nos comunicó unos días antes cómo íbamos a hacer la votación debido a las restricciones por la COVID-19. Iba a ser una votación en el Espacio Palmera Montero entrando de uno en uno todos los componentes con derecho a voto. Creo que de los titulares solo faltaron tres. A mí como candidato me tocó estar en la mesa. El artillero más veteranos y el más joven se encargaron de ir contando los votos junto con el secretario. La verdad es que para los tiempos que nos está tocando vivir estuvo todo muy bien organizado.

– ¿Por qué decide dar el paso de presentarse?

El año pasado hubo un grupo de artilleros que se acercó a mí para preguntarme por la posibilidad de presentarme. Yo en aquel momento les dije que ya veríamos. Quedaba un año y había tiempo por delante. Ya sabes, para ver cómo se van dando los acontecimientos, los apoyos que en un momento determinado crees que puedes tener… Cuando se fueron acercando las fechas volvieron a comentármelo y lo que hice fue intentar palpar el ambiente dentro de la Batería de Artillería. No es cuestión solo de quién te apoya a ti, también hay que ver si puede haber otros candidatos, qué cosas puede querer la gente… Al final me animé, pero siempre, y eso se lo dije desde el principio a ellos, teniendo presente que esto iba a ser un trabajo de grupo, aunque yo pudiera ser la cabeza visible. Creo mucho en el grupo, en el conjunto. Si no tienes un equipo detrás no vas a ir muy lejos. Les pedí compromiso y trabajo.

– Teniente, alféreces, sargentos, cabos… le preguntarán por esto ahora…

Algo sí voy a cambiar pero, de momento, si me lo permites, no voy a decir nada. Te puedo contar que el secretario y el artificiero van a seguir a mi lado, porque fueron las dos primeras personas con las que contacté para palpar, como te decía antes, esas necesidades que había en la Batería de Artillería. Creo además que en estos años han hecho un trabajo muy bueno. Gente así yo siempre la quiero en mi equipo. ¿El resto? Los tengo en la cabeza, pero quiero esperar un poco.

– ¿Ha tenido ya la ocasión de hablar con el capitán saliente?

Tuvimos ocasión de hablar el mismo domingo un rato al acabar la votación, pero vamos, tampoco era el momento. Ya quedaremos con más calma para que me pase documentación, me ponga al día de asuntos importantes… tiempo hay, eso no será problema.

– ¿Alguna idea que quisiera poner en marcha o iniciativa que quiera sacar adelante en los próximos años?

Me gustaría potenciar el mantenimiento de la unión del grupo, el hacer piña como se suele decir. No es que no se haya hecho en todos estos años, pero quiero incidir ahí, Luego, como todo en este mundo del Alarde de San Marcial, siempre hay pequeñas cosas que se pueden mejorar.