Paso fronterizo por Santiago. / Martín Tellechea

Irungo Harrera Sarea constata que los controles racistas y las devoluciones ilegales siguen siendo habituales por parte de la policía francesa tras la sentencia del TJUE. Recientemente se han detectado varios casos, “quedando patente la arrogancia del Estado francés ante la sentencia”, señalan desde Irungo Harrera Sarea.

Devoluciones ilegales de menores y turistas

Uno de los casos que la Red de Acogida documenta es el de Abdel, menor y con documento acreditativo que demuestra que tiene 16 años. (nombre ficticio). Abdel expone que proviene del África negra y al llegar a España es registrado como mayor, a pesar de tener una partida de nacimiento que prueba que tiene 16 años. Hace dos semanas Abdel llega a Irun y tras pasar dos días en el dispositivo de Martindozenea, llega a Baiona, donde pernocta en Pausa, el albergue para migrantes. De ahí, pone rumbo a Toulouse y a la altura de Pau, en un control de la policía y al no tener documentación en regla, es trasladado a comisaría, donde Abdel comunica a la policía que es menor. La policía por su parte, al consultar la base de datos europea sobre entradas en territorio Schengen, comprueba que la policía española lo ha registrado como mayor y procede a devolverlo a la mencionada policía española en la comisaría fronteriza de Somport. De allí, lo trasladan a Jaca. En Jaca y con ayuda de personas solidarias, Abdel contacta con Irungo Harrera Sarea y consigue volver a Irun. De aquí, continúa viaje a Baiona.

“Son varios los hechos que denunciamos: se trata de un control racista; si Abdel es mayor de edad, el acuerdo de Málaga para devolución express no procede porque el periodo de tiempo que Abdel llevaría en Francia supera las 4 horas que estipula dicho acuerdo; Abdel manifiesta que es menor y muestra el documento probatorio y no es escuchado, vulnerando los derechos que garantiza la ley a las y los menores. Por lo tanto, una devolución ilegal y denunciable. Lamentablemente, no se trata de una excepción. Esta práctica está a la orden del día en las policías fronterizas de ambos estados”.

“Por otro lado”, continúan desde Irungo Harrera Sarea, “acabamos de saber que un ciudadano brasileño que llega a Portugal como turista y tras comprar un billete de tren desde Lisboa a París vía Hendaia, es identificado en Hendaia por la policía francesa y devuelto a Irun, a pesar de tener pasaporte en vigor y no haber superado los 90 días de estancia en el espacio Schengen que marca la ley para turistas. Añadir que el ciudadano brasileño es negro. Constatamos que es un control racista y es una devolución ilegal”.

Desde Irungo Harrera Sarea “volvemos a denunciar la flagrante violación de derechos y la legislación europea”, con el agravante de que “el pasado 22 de marzo el Tribunal de Justicia de la Unión Europea acaba de manifestar que la excepción a la aplicación del procedimiento de retorno previsto por la Directiva sobre el retorno no tiene por objeto el caso de un nacional de un tercer país detenido en las inmediaciones de una frontera interior y en situación irregular en el territorio de un Estado miembro, aún cuando ese estado miembro haya restablecido los controles en dicha frontera debido a una amenaza grave para el orden público o la seguridad interior del citado Estado”, por lo que según el TJUE “no se puede aplicar la directiva de retorno en una frontera interior”.