Grupo escultórico colocado en la plaza San Miguel. / Martín Tellechea

El patrimonio escultórico de Irun ha crecido de manera notable en la última década, sumando riqueza cultural a una ciudad que echaba en falta un reconocimiento a personalidades como Luis Mariano o Pío Baroja, o un recuerdo a aquellos que en su día dejaron sus hogares para establecerse aquí en busca de una vida mejor. Esos déficits se han ido subsanando, hasta el punto de que la ciudad goza en estos momentos de un rico patrimonio del que pueden disfrutar tanto vecinos como visitantes. La última escultura en llegar para quedarse ha sido la inaugurada recientemente en San Miguel.

Grupo escultórico de la plaza San Miguel

Es el grupo escultórico más reciente, inaugurado oficialmente el pasado 10 de julio y ubicado en la reurbanizada plaza San Miguel. Representa a las personas emigrantes que a lo largo del siglo XX llegaron a la ciudad en busca de nuevas oportunidades. Los trabajos para crear la escultura se llevaron a cabo en Fundición Artística Jaizkibel, empresa local ubicada en el polígono Gabiria. No es la única novedad de ese entorno, ya que desde el pasado mes de mayo se puede contemplar, tal como había solicitado la Asociación de Vecinos de San Miguel, un mural artístico que reproduce un paisaje pintado con la técnica del ‘trampantojo’, esto es, generando una ilusión óptica que simula un espacio mucho más amplio. El dibujo escogido evoca dos edificios y una escalera que, a primera vista, hace pensar que desde la propia plaza se abre otra calle. El estudio Arte y Muralismo fue el encargado de realizar esta actuación.

Pío Baroja

Ubicada en la plaza del Ensanche e inaugurada el 30 de octubre de 2006, coincidiendo con los actos organizados por el cincuentenario de su fallecimiento. La escultura, elegida por la familia del novelista, es una reproducción en bronce y a tamaño natural (1,80 metros) de una pieza en escayola de 0,63 centímetros que Sebastián Miranda realizó en los años 40, cuando ambos compartían exilio en París. La figura de Miranda, que se encontraba en Itzea, la casa de los Baroja en Bera, representa a Don Pío, ataviado con abrigo largo, bufanda y sombrero.

Sirenas

La obra escultórica Sirenas, ubicada en la plazoleta de la calle Aduana que antiguamente daba entrada al edificio de la Aduana Central y realizada por la pareja de artistas Leopoldo Ferrán y Agustina Otero, se inauguró el 24 de noviembre de 2006. Se trata de un conjunto escultórico de tres bustos de mujer que, a su vez, representan tres ciclos de la vida: la juventud, la madurez y la vejez, evocando a su vez a las sirenas de la mitología, sin llegar a descubrir su parte marina. Las figuras están realizadas en bronce y posan sobre una base de 5×5 metros de aluminio.

Sirenas. / Martín Tellechea

La cantinera

Inaugurada el 23 de octubre de 2008, esta escultura de bronce de 1,82 metros y 200 kilos se realizó en el taller irunés Fundición Artística J. González Piriz, con un presupuesto de 35.310 euros. Su instalación en la calle Escuelas, al paso del recorrido del Alarde de San Marcial, se enmarcó en su día en la iniciativa “Arte en espacios colectivos”, con la que el Ayuntamiento de Irun buscaba colocar en diversos espacios urbanos obras de diferentes autores y distinta tipología.

Luis Mariano

La obra dedicada a Luis Mariano es un conjunto escultórico inspirado en una fotografía que compartía el artista irunés con Toni Leblanc y Augusto Algueró. Las sillas de los dos acompañantes se incluyen en el conjunto arquitectónico, pero están vacías para que los ciudadanos que quieran puedan sentarse a compartir un rato con Luis Mariano. La escultura es obra de Lurdes Umerez, especialista de la empresa Alfa Arte, a la que se le adjudicaron los trabajos. Está realizada en bronce patinado y tiene una altura de cerca de dos metros. Se inauguró el 5 de junio de 2009.

Escultura de Luis Mariano. / Martín Tellechea

La Etxekoandre

Ubicada en la plaza de Urdanibia e inaugurada el 17 de abril de 2015, inspirada en el cuadro “Etxekoandre del caserío Berroa”, del pintor irundarra Vicente Berrueta y que decora uno de los flancos de la sala capitular del Ayuntamiento de Irun. Está realizada en piedra caliza gris y es obra del escultor Tomás Ugartemendia. La escultura se colocó en el marco de los trabajos de reurbanización de la plaza de Urdanibia, para recordar el vínculo tradicional de este entorno con el mundo rural y el mercado de ganado.