Laborda y Martínez. / Ayuntamiento de Irun

La delegada de Obras, Cristina Laborda, y la delegada de Participación Ciudadana, Mónica Martínez, han dado a conocer las líneas generales de la reurbanización de las villas de Anaka y su proceso de participación. Se trata de un proyecto presentado ya al barrio a comienzos de 2020, pero que la irrupción de la pandemia y sus consecuencias ha impedido desarrollar hasta ahora.

En sus palabras, Cristina Laborda explicaba que la pandemia y sus consecuencias provocaron que proyectos como la reurbanización de las villas de Anaka se pararan. “Si no llega a ser por la Covid-19, hubiéramos afrontado esta actuación antes, y la prueba es el proceso de participación puesto en marcha ya en 2020. Lo que toca ahora es retomar todos esos proyectos que, si bien no se podrán terminar cuando nos hubiera gustado, son nuestros compromisos con los vecinos/as de Irun que queremos cumplir”.

El primer paso para retomar este proceso se dio este pasado jueves por la tarde con la reunión pública que tuvo lugar en la Asociación de Vecinos de Anaka-Puiana para recordar de nuevo esta actuación y dar cuenta de las cuestiones que salieron en el proceso de participación abierto en 2020, así como para explicar en detalle la fase que se va a ejecutar este año.

Mónica Martínez, por su parte, señalaba en ese sentido que “hemos vuelto al punto en el que nos encontrábamos justo antes de la llegada de la pandemia: en la devolución al barrio del proceso de participación. Es fundamental, y así lo hacemos de forma transversal con otras actuaciones dentro del Ayuntamiento, contar con la opinión de irundarras y sus aportaciones para sacar adelante proyectos como este en el barrio de Anaka”.

Antecedentes

Infografía del proyecto.

El ámbito de actuación lo compone la zona de Villas del barrio de Anaka, construidas junto con su urbanización a principios del siglo XX, entre los años 1925 y 1936, con ayudas oficiales o prestamos de bajo interés con la intención de ser utilizadas por la clase obrera.

La urbanización se realizó al mismo tiempo atendiendo a las necesidades de aquella época. Desde entonces hasta la actualidad la urbanización ha sufrido pequeñas renovaciones principalmente en lo referente a las infraestructuras y pavimentos, pero sin cambiar secciones tipo y anchuras.

En general, las calles disponen un vial central de circulación para vehículos, con aparcamiento a uno de los lados del vial, y aceras muy estrechas a ambos lados de la calle con elementos que interrumpen el paso, principalmente arboles, señales y farolas que reducen aún más la anchura de paso de peatones.

Descripción de la obra: primera fase, este año

Tal como ha presentado la delegada de Obras, las líneas generales de la actuación dibujan para la zona, a grandes rasgos, introducir una plataforma única que deje al mismo nivel calzada y acera, diferenciándolo por colores. Se trabaja con el criterio de crear zonas más amables para los vecinos/as habilitando aceras más anchas y sustituyendo todo el arbolado, que actualmente muestra un estado de deterioro. Además se pretenden renovar las infraestructuras que lo requieran y enterrar las líneas aéreas, además de instalar un nuevo alumbrado (LED) atendiendo a criterios de sostenibilidad y ahorro energético.

Otro elemento significativo es la propuesta de convertir la rotonda en la plaza Florencio Iracheta en una zona de estancia con elementos que podrían ser desde aparatos de gimnasia para personas mayores hasta una pequeña pérgola.

Cristina Laborda se ha referido en este punto al proceso de participación, que se ha tenido en cuenta a la hora de terminar de redactar el proceso. En la sesión abierta de este pasado jueves se presentaron las aportaciones recibidas, así como su justificación para incluir o no en la actuación. En total el proceso arrojó de manera presencial y online un total de 62 aportaciones. Los temas principales fueron la de dotar de suficiente desnivel a las aceras y viales para evitar la entrada de agua, eliminar cableados aéreos, y cuestiones relativas al arbolado y al calmado del tráfico, entre otros.

Sobre los objetivos del proyecto, Cristina Laborda destacaba que “se plantea una actuación integral con zonas más amables para todo el vecindario. Es importante subrayar que, ante la gran superficie a actuar, será una obra con una larga duración en el tiempo y se planteará por fases, a través de medidas que contribuyan a mayor accesibilidad, renovando también todas las redes de abastecimiento, electricidad y telefonía además de sustituir el arbolado y el alumbrado. Todo ello sin descuidar los rasgos históricos que han definido el barrio y este entorno en concreto. El resultado esperamos sea satisfactorio contribuyendo a hacer de Irun una ciudad más amable ganado en calidad de vida para los vecinos/as de las villas de Anaka”.

La estimación presupuestaria de toda esta actuación, sobre una superficie que alcanza 20.000 m2, 133 parcelas de viviendas unifamiliares, 15 edificios de viviendas y 2 edificios de equipamiento, es de aproximadamente 6,8 millones de euros. La ejecución de la reurbanización se plantea por fases; es decir, en base a la actuación descrita anteriormente, los trabajos irán zona a zona hasta cubrir todo el entorno.

En la primera fase, cuyos trabajos saldrán a licitación en las próxima semanas, se actuará en la plaza Florencia Iracheta y las calles Reina Fabiola y Reina Isabel I, así como en los tramos de las calles Gaskoi e Infanta Eulalia que comprenden las calles Reina Fabiola y Reina Isabel I. Solo esta fase tiene un presupuesto de 2,4 millones de euros y un plazo de ejecución de 14 meses.